
Madrid, España, 29 de abril de 2025.- Un masivo corte de energía eléctrica dejó sin suministro a gran parte de España y Portugal el lunes, paralizando trenes, interrumpiendo las telecomunicaciones y dejando a oscuras semáforos, cajeros automáticos y servicios esenciales. El incidente afectó a millones de personas en la Península Ibérica, región que alberga a más de 50 millones de habitantes.
Las autoridades no han proporcionado cifras exactas de afectados, limitándose a confirmar la gravedad de la situación. Las zonas urbanas más pobladas fueron las más perjudicadas. En España, ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Murcia, Zaragoza, Alicante y Galicia sufrieron interrupciones. En Portugal, Lisboa y Oporto enfrentaron problemas similares.
Aún se desconoce la causa del apagón, aunque fuentes oficiales descartaron un acto de sabotaje. “No hay indicios de ciberataque”, afirmó el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en redes sociales. Red Eléctrica de España evitó especular sobre el origen de la falla, que comenzó alrededor de las 12:30 (hora local), y advirtió que el restablecimiento total podría demorar entre seis y diez horas. Eduardo Prieto, jefe de operaciones, calificó el evento como “excepcional y sin precedentes”.
El Ministerio del Interior confirmó que el ministro Fernando Grande-Marlaska declaró la emergencia de interés nacional en las comunidades autónomas que lo solicitaron, entre ellas Madrid, Murcia, Andalucía, Galicia, Valencia y Castilla-La Mancha. Esta medida permite la coordinación con el Gobierno central para gestionar la crisis.
En un mensaje difundido por la noche, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, informó que se había recuperado el 50% del suministro eléctrico y aseguró que se movilizaban todos los recursos del Estado para resolver la situación. “Trabajaremos sin descanso, con profesionalidad y compromiso”, declaró. Por su parte, el primer ministro portugués, Luís Montenegro, destacó el esfuerzo continuo de los servicios públicos para restablecer la conectividad en áreas críticas, incluyendo hospitales y sistemas de transporte.
El apagón también afectó brevemente zonas del sur de Francia, aunque el servicio se normalizó rápidamente. Sánchez mencionó una “fuerte oscilación” en la red eléctrica europea como posible causa, aunque las investigaciones continúan. Instó a la población a evitar especulaciones y a usar los servicios de emergencia solo en casos necesarios.
Este incidente ocurre menos de seis semanas después de otro corte grave en Europa, cuando un incendio interrumpió las operaciones en el aeropuerto de Heathrow. En esta ocasión, el colapso energético generó caos en el transporte: los trenes quedaron suspendidos en ambos países, dejando a miles de pasajeros varados. En Madrid, cientos de personas intentaron viajar al aeropuerto en autostop, mientras hospitales y gasolineras dependían de generadores.
Las comunicaciones móviles se vieron severamente afectadas, aunque algunas aplicaciones de mensajería funcionaron de manera intermitente. Ciudades como Barcelona vivieron escenas inusuales, con ciudadanos dirigiendo el tráfico y aglomeraciones frente a comercios cerrados. Aeropuertos operaron con energía de respaldo, pero se registraron retrasos y cancelaciones.
El Gobierno español convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional, mientras cuatro regiones solicitaron la intervención del Ejecutivo central. En Portugal, el Gabinete de Crisis se reunió en la residencia del primer ministro. Montenegro mantuvo contacto con Sánchez y sugirió que el origen del problema podría estar fuera de sus fronteras.
Para paliar la crisis, España importó electricidad de Marruecos y Francia, además de incrementar la producción en centrales hidroeléctricas y térmicas. Sánchez agradeció el apoyo internacional y reiteró su compromiso de normalizar la situación lo antes posible.