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Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 25 de febrero de 2025.- A menos que surja algún imprevisto de último momento, el Gobierno de Javier Milei ya habría definido la designación de los dos candidatos a la Corte Suprema por decreto, una decisión que podría concretarse en las próximas horas. Los elegidos son Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, postulantes impulsados por el Ejecutivo y enviados al Senado en mayo pasado. El Gobierno tiene hasta el sábado, cuando el presidente inaugure el período de sesiones ordinarias del Congreso, para nombrarlos bajo esta modalidad, prevista por la Constitución.
Este procedimiento no es nuevo. En 2015, el entonces presidente Mauricio Macri designó a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti mediante un decreto, apenas cuatro días después de asumir. Sin embargo, a diferencia de aquella ocasión, donde los nombramientos esperaron el aval del Senado, el Gobierno de Milei parece dispuesto a avanzar sin ese respaldo, ante la falta de consenso en la Cámara alta.
La estrategia inicial del oficialismo fue buscar los dos tercios necesarios en el Senado para aprobar los pliegos de Lijo y García-Mansilla. Sin embargo, las negociaciones con el peronismo y, en particular, con el kirchnerismo, no prosperaron. A esto se sumó la tensión generada por el fallido lanzamiento de $LIBRA, que complicó aún más las relaciones con la oposición.
Ariel Lijo, juez federal de la capital, logró un dictamen de mayoría en comisión, pero no alcanzó el apoyo necesario en el Senado. Por su parte, García-Mansilla ni siquiera obtuvo dictamen, lo que refleja la falta de consenso en torno a su candidatura. Ante este escenario, el Gobierno optó por la vía del decreto, una decisión que ha generado críticas y controversias.
En las últimas horas, el jefe de la bancada del peronismo en el Senado, José Mayans, anunció que su bloque no asistirá a la apertura de sesiones ordinarias este sábado, en la que Milei dará su discurso. Esta ausencia refleja la tensión política y la falta de diálogo entre el oficialismo y la oposición.
A pesar de las dificultades, algunos gobernadores peronistas, como Gerardo Zamora, mostraron apoyo a la designación de Lijo. Sin embargo, el PRO, liderado por Mauricio Macri, mantuvo una postura crítica hacia el juez federal. Incluso, Macri presionó a algunos gobernadores para rechazar su pliego, aunque no logró convencer a todos, como en el caso de Ignacio Torres, gobernador de Chubut.
Por otro lado, Lijo habría cambiado su postura en los últimos días y estaría dispuesto a aceptar la designación por decreto. Este desgaste en el proceso ha llevado a que, tanto en el ámbito judicial como en el Ejecutivo, se reconozca que “la moneda está en el aire”.
Además de este tema, el Gobierno enfrenta otros desafíos, como la polémica abstención en la ONU respecto a la invasión rusa en Ucrania y la reciente venta de Telefónica Argentina a Telecom, una operación criticada por Milei y sus seguidores. Estos hechos podrían influir en la decisión de publicar el decreto antes del inicio de sesiones del sábado.
Con Infobae