Detienen a 183 mafiosos en Sicilia que intentaban reconstruir la cúpula de Cosa Nostra

Imagen de archivo del traslado de detenidos a la comisaría de Palermo (Italia), acusados de pertenecer a Cosa Nostra. EFE/ Igor Petyx

Roma, Italia, 11 de febrero de 2025 (EFE).- Un total de 183 personas fueron arrestadas este martes en Palermo, la capital de Sicilia (Italia), en una importante operación de las fuerzas de seguridad que desarticuló un nuevo intento de reconstruir la cúpula de Cosa Nostra, la mafia siciliana, en esta provincia.

Los detenidos en la maxioperación, en la que participaron 1.200 carabineros, están acusados de asociación criminal de tipo mafioso, intento de homicidio, extorsión agravada con métodos mafiosos, tráfico de drogas, uso y posesión de armas y juego ilegal, informó la policía militarizada.

Alianzas entre distintas mafias

La investigación llevada a cabo por los carabineros, y coordinada por los fiscales Maurizio de Lucia y Marzia Sabella, ha mostrado el enésimo intento de organizar una cúpula de Cosa Nostra en Palermo y las alianzas cada vez más estrechas de la mafia siciliana con la ‘Ndrangheta, la mafia de Calabria (sur).

Los protagonistas de la última reorganización son, una vez más, los jefes liberados tras los años pasados ​​en prisión, como Tommaso Lo Presti, Nunzio Serio, Guglielmo Rubino y Cristian Cinà, entre otros.

Las pesquisas localizaron la presencia de teléfonos móviles encriptados en las cárceles, donde los jefes mafiosos detenidos, gracias a dispositivos altamente sofisticados, podían comunicarse con el exterior e incluso organizar cumbres por videollamada.

Gracias a los teléfonos móviles, los padrinos pudieron crear auténticos chats grupales con otros mafiosos, algunos libres, otros en prisión, para hablar tranquilamente de sus negocios, según los medios locales.

Órdenes por móvil desde prisión

La investigación reveló que un jefe de la mafia de Porta Nuova que se encuentra en prisón, Calogero Lo Presti, llegó incluso a ordenar a través de un móvil que se propinara una paliza y luego presenció la emboscada con una videollamada.

En las páginas de los documentos de la investigación se habla también la nostalgia de los nuevos padrinos por la mafia y los jefes de la Cosa Nostra del pasado: “El nivel es bajo, hoy detienen a uno y se arrepiente, pero ¿de qué estamos hablando?», dice el jefe del barrio de Brancaccio, Giancarlo Romano, sin saber que estaba siendo interceptado.

Asimismo, la investigación revela la imposición de la extorsión generalizada, como en el caso de uno de los jefes mafiosos liberados que impuso sus productos de pescado en los restaurantes de los pueblos costeros de Sferracavallo y Mondello.