La plataforma X, de Elon Musk, cede en Brasil

22 septiembre 2024.- En un abrupto cambio de estrategia, los abogados de la red social dijeron que la empresa estaba cumpliendo las órdenes judiciales que antes había desafiado. El Supremo Tribunal de Brasil podría permitir el regreso del sitio la próxima semana, según publició el diario estadounidense The New York Times.

Después de desafiar las órdenes judiciales en Brasil durante tres semanas, la red social de Musk, X, ha capitulado. En una presentación judicial el viernes por la noche, los abogados de la empresa dijeron que X había cumplido las órdenes del Supremo Tribunal Federal de Brasil con la esperanza de que la corte levantara la suspensión de su sitio web.

La decisión fue una acción inesperada de Musk, quien posee y controla X, luego de que dijera haberse negado a obedecer lo que calificó de órdenes ilegales para censurar voces en su red social. Musk había despedido a empleados locales y se había negado a pagar multas. El tribunal respondió bloqueando X en todo Brasil el mes pasado.

Ahora, los abogados de X han dicho que la empresa ha hecho exactamente lo que Musk había prometido no hacer: suspender las cuentas que un juez brasileño ordenó retirar porque dijo que amenazaban la democracia de Brasil. Los abogados dijeron que X también había cumplido las demás exigencias de la justicia, incluido el pago de multas y el nombramiento de un nuevo representante oficial en el país.

Cuanto más tiempo permaneciera bloqueada X, más se arriesgaba Musk a perder cuota de mercado e ingresos, algo problemático para una empresa que ha alienado a muchos anunciantes estadounidenses al permitir a los usuarios decir prácticamente cualquier cosa en el sitio.

Otra empresa controlada por Musk, el servicio de internet por satélite Starlink, también quedó atrapada en el fuego cruzado. El Supremo Tribunal de Brasil retiró 2 millones de dólares de las cuentas de Starlink para cubrir las multas que este había impuesto a X.

Muchas de las cuentas que X había tenido que retirar en Brasil pertenecían a destacados comentaristas brasileños de derecha, quienes en su día habían elogiado intensamente a Musk por resistirse a las órdenes del tribunal. Algunos expresaban ahora sentimientos encontrados por su marcha atrás.

Musk “se ha doblegado”, escribió Paulo Figueiredo, un comentarista de derecha a quien le bloquearon su cuenta de X en Brasil, en una publicación el jueves, cuando X contrató por primera vez nuevos abogados en Brasil, lo que indicaba un cambio de postura. “Es un día muy triste para la libertad de expresión”.

Un día después, Figueiredo dijo que entendía la postura de Musk y que agradecía “su esfuerzo”.

El giro de los acontecimientos fue una gran victoria para el Supremo Tribunal Federal y el poderoso juez que ha liderado el impulso para regular la expresión en línea, Alexandre de Moraes.

Moraes se ha convertido en una de las figuras más polarizantes de Brasil desde que el Supremo Tribunal de la nación le otorgó una amplia autoridad para ordenar a las empresas tecnológicas que retiren el contenido que él considera una amenaza para las instituciones de Brasil.

Desde 2019, ha ordenado a las redes sociales que suspendan al menos 300 cuentas, según un análisis del New York Times de una porción de sus órdenes judiciales, que se habían filtrado o divulgado públicamente. En más de la mitad de esas cuentas, el juez Moraes no proporcionó detalles en las órdenes de por qué deberían ser suspendidas. Por lo general ha emitido dichas órdenes bajo secreto pero el Times analizó las órdenes publicadas por X y los republicanos del Congreso de EE. UU. Es probable que haya muchas más órdenes que permanezcan secretas.

Moraes ha dicho que suspende las cuentas que atacan a las instituciones democráticas de Brasil. Cuando ordenó la suspensión de X el mes pasado, dijo que se debía a que Musk pretendía “permitir la difusión masiva de desinformación, discursos de odio y ataques al Estado democrático de derecho”.

Musk había hecho del enfrentamiento con Moraes uno de sus temas favoritos este año; a veces publicaba repetidamente sobre el juez, lo insultaba, pedía su encarcelamiento y prometía desafiar sus órdenes. El asunto llegó a un punto crítico cuando X dejó de cumplir las órdenes del juez y cerró las oficinas de la empresa en Brasil para evitar las consecuencias.

Los primeros indicios de la marcha atrás se produjeron el jueves, cuando Moraes dijo en un escrito judicial que X había contratado nuevos abogados en Brasil.

Uno de esos abogados, Sérgio Rosenthal, dijo en un mensaje de texto el jueves que X planeaba cumplir todas las órdenes del juez de retirar las cuentas. “El objetivo es regularizar la situación de la empresa en Brasil”, dijo.

El sábado por la mañana, otro abogado, André Zonaro Giacchetta, dijo que las condiciones para volver a Brasil “ya se han cumplido, pero eso depende de la evaluación” del Tribunal Supremo Federal.

Hasta el miércoles, X parecía seguir desafiando al tribunal. Al parecer, la empresa utilizó una maniobra técnica para eludir los intentos de los proveedores de internet de bloquear su sitio en Brasil, lo que le permitió seguir funcionando para muchos usuarios del país.

La compañía dijo en un comunicado que su regreso a Brasil el miércoles fue “involuntario”. El propio Musk pareció sugerir que el regreso de su red fue un fenómeno sobrenatural en lugar de un movimiento intencional para eludir a las autoridades.

“Cualquier magia suficientemente avanzada es indistinguible de la tecnología”, publicó en X.

Pero el regulador de las telecomunicaciones de Brasil, Anatel, dijo en un comunicado que creía que el cambio era “una intención deliberada de hacer caso omiso de la orden del Supremo Tribunal Federal”.

Moraes pareció estar de acuerdo, e impuso una multa de un millón de dólares diarios y bloqueó de nuevo la red social. X seguía inaccesible en todo Brasil el sábado.

Con The New York Times