Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17 septiembre 2024.- El Presupuesto Nacional presentado estima un superávit primario del 1,3% del PBI, en línea con el 1,5% previsto para 2024, basado en un ajuste automático y un compromiso firme de frenar iniciativas legislativas costosas. Entre las definiciones clave, se destacan la eliminación del impuesto PAIS en 2025, la ausencia de financiamiento del FMI y la continuidad de un tipo de cambio sin saltos abruptos.
Si bien el mensaje fiscal ha sido bien recibido por los inversores, los supuestos macroeconómicos parecen demasiado optimistas: se proyecta una inflación y un crawling del 1,4% m/m sin una salida explícita del cepo, junto con un crecimiento del 5% (sin unificación cambiaria), además de una nueva reducción de subsidios económicos (principal componente del ajuste fiscal) sin un impacto claro en la inflación.
En síntesis, persisten dudas sobre la consistencia interna del presupuesto y del plan económico, aunque estas no tendrían mayores implicancias prácticas, dado que históricamente esta guía fiscal no suele cumplirse.
El Presupuesto constituye así un nuevo termómetro de la capacidad legislativa del Gobierno Nacional y una buena señal en materia fiscal, principal ancla del programa económico.
Por su parte, la deuda pública sigue en aumento. En agosto, el stock bruto total subió a USD 6.336 millones, alcanzando los USD 458.407 millones, con un 44% de deuda pagadera en moneda local. A pesar del superávit fiscal primario, en lo que va del año el pasivo se ha incrementado en USD 87.734 millones, reflejando el impacto combinado del saneamiento del BCRA, la apreciación cambiaria y los intereses capitalizables.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 11 M. En lo que va de septiembre, la autoridad monetaria adiciona ventas por USD 422 M que comparan contra compras por USD 197 M al mismo plazo en agosto. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 478 M hasta los USD 26.941 M.
El dólar oficial aumentó diariamente en 33 centavos hasta $962,1. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado de 0,3%, desacelerándose frente al ritmo del 6,7% registrado el viernes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación avanzó a una TEM de 2,0%, mientras que en lo que va de septiembre, corrió a TEM 1,7%.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó 0,7% hasta alcanzar los $1.218, mientras que el CCL disminuyó 0,5% hasta $1.244. De este modo, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 27% y 29%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,9%. Las mayores bajas se registraron en los contratos de agosto (-1,2%), enero (-1,1%) y febrero (-1,1%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en un 2,6% mensual promedio hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mixta. Los bonos CER cedieron un 0,4%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una suba de 0,6%, en tanto las Lecaps aumentaron 0,2%. Por su parte, los duales no registraron variaciones y los bonos dollar linked cayeron 1,0%.
Los bonos soberanos en hard-dollar subieron 1,9% tras el discurso de Milei frente al Congreso. Así, acumulan una ganancia de 6,1% en lo que va del mes y de 52,2% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 53,5% y el riesgo país disminuyó 48 pb, cerrando en 1.359 pb.
En cuanto a las acciones, el Merval finalizó prácticamente sin cambios respecto al viernes, quedando en USD 1.456. Telecom, Irsa y Loma Negra fueron las acciones de mejor desempeño subiendo 4,3%, 2,7% y 2,3%, respectivamente, mientras que Banco de Galicia, Supervielle y Holcim tuvieron la peor performance con caídas en torno al 2%.
Con Cohen