Washington, EE. ,UU., 24 agosto 2024.- El Servicio Secreto de Estados Unidos puso al menos cinco agentes en suspensión, incluyendo el jefe de la oficina de campo de Pittsburgh, tras el resultado de las averiguaciones sobre el intento de asesinato al expresidente Donald Trump en el mes de julio, de acuerdo con varias fuentes relacionadas con el caso.
Uno de los agentes del equipo del magnate neoyorquino y otros tres de la oficina de Pittsburgh se estaban entre los suspendidos, dijeron dos fuentes policiales.
Hasta el momento, no ha quedado claro si las medidas son disciplinarias, ya que los efectivos son suspendidos rutinariamente en el curso de las pesquisas por diferentes motivos, incluido la asistencia por problemas de salud mental.
El departamento de asuntos internos del Servicio Secreto sigue investigando cómo un joven de 20 años pudo abrir fuego ocho veces desde un techo en las cercanías de donde el republicano estaba dando un discurso en Butler, Pensilvania, el pasado 13 de julio, incluyendo un disparo que rozó la oreja de Trump.
Anthony Guglielmi, representante del Servicio Secreto, se negó a confirmar quienes de los agentes fueron puestos en licencia y expresó que no haría comentarios sobre un asunto personal, pero indicó que la “revisión de garantía de la misión del servicio está avanzando y estamos examinando los procesos, procedimientos y factores que llevaron a este fracaso operativo”.
Añadió que el Servicio Secreto “exige que nuestro personal cumpla con los más altos estándares profesionales, y cualquier violación identificada y comprobada de la política será investigada por la Oficina de Responsabilidad Profesional para una posible acción disciplinaria“.
En relación con las medidas disciplinarias, hay diferentes niveles que se corresponden con la supuesta conducta de un funcionario.
Cuando el personal de ente es puesto en licencia administrativa por razones disciplinarias, sigue cobrando su salario y se presentan en la oficina. Generalmente, se les asignan tareas administrativas y de papeleo en vez de hacer sus tareas habituales, informó CBS News.
A propósito de la licencia administrativa, a los agentes que estén bajo las medidas disciplinarias adicionales se les puede conceder una suspensión o una suspensión sin gozar del salario, cuyo caso por lo general también se les revocaría la autorización de seguridad. Aunque no es el caso en el asunto.
Una de las víctimas, Corey Comperatore, fue asesinado en el tiroteo que hubo en el mitin, el hombre era bombero y padre de familia.
Otros asistentes resultaron gravemente heridos. El tirador fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto que estaba detrás del escenario donde el candidato republicano ofrecía su discurso.
La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, en ese entonces, se enfrentó a duros cuestionamientos de los integrantes del Congreso tras el incidente. Finalmente, renunció a su cargo luego de negarse a precisar los detalles de las investigaciones de la balacera y la respuesta del servicio.
Cheatle fue sustituida por el director Ronald Rowe, quien dijo a los senadores que estaba “avergonzado” por el intento de asesinato a Trump y prometió averiguar los errores que permitieron que el tirador disparara contra el exmandatario.
También, el Congreso está investigando el hecho y la manera en que el Servicio Secreto manejó todo. La Cámara de Representantes creó un grupo de trabajo sobre el intento de asesinato y los senadores han exigido una gran cantidad de registros de agencias policiales federales, estatales y locales.
Los integrantes de los comités pertinentes del Congreso, iniciando por el Comité Senatorial de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales, fueron informados sobre las acciones del Servicio Secreto de Estados Unidos.
Recientemente, Trump realizó su primer mitin al aire libre desde el tiroteo, donde estuvo protegido con vidrios antibalas como medida para su seguridad