Por Fernando Martínez
NUEVA YORK, EE. UU., 20 JUNIO 2024.- Desde este jueves, Nueva York ha establecido las protecciones más estrictas del país para proteger a los menores de edad de las redes sociales, y la Gran Manzana tiene un panorama más claro de cómo esta vorágine tecnológica afecta a los estudiantes de escuelas públicas.
La gobernadora Kathy Hochul promulgó dos leyes que buscan mitigar el impacto de estas plataformas en la salud mental de niños y adolescentes, al regular cómo las empresas tecnológicas, ofrecen funciones adictivas para los niños y cómo recopilan y utilizan datos de los menores.
En paralelo, mientras se firmaban estas normas, el alcalde Eric Adams, y el Dr. Ashwin Vasan, comisionado del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York (DOHMH), anunciaban la publicación del “Informe especial sobre las redes sociales y la salud mental”, un reporte de datos que reconfirma cómo la ansiedad y la depresión están asociadas con el uso y abuso de estas tecnologías adictivas en la Gran Manzana, en los estudiantes de los vecindarios más pobres.
Estos nuevos datos dibujan claramente que los niños de las escuelas públicas están más expuestos a las adicciones de las pantallas, que sus pares de las escuelas privadas. Se ratifica que mientras más acceso a las redes sociales, hay más riesgo de mostrar preocupación sobre el futuro.
El espíritu de las leyes
En resumen, el par de legislaciones estatales vigentes ya impedirán que las plataformas de redes sociales proporcionen funciones adictivas para niños, sin el consentimiento de los padres, según la Ley ‘Safe For Kids’. Además, se les prohibiría recopilar, usar o vender datos personales de niños y adolescentes, sin el consentimiento según la Ley de Protección de Datos Infantiles.
Mientras firmaba los dos proyectos de ley, Hochul presionó al Congreso para que tomara medidas similares.
“Hoy salvamos a nuestros hijos. Al controlar los algoritmos adictivos, brindaremos un entorno digital más seguro y crearemos un futuro mejor para los jóvenes en todo Nueva York”, dijo Hochul.
La gobernadora desde el inicio de su gestión empujó esta legislación basada en el impacto que tuvo la pandemia de COVID-19 en los niños y adolescentes, ya que los jóvenes pasaron más tiempo en línea, mientras se aislaban físicamente.
La aprobación de los proyectos de ley en Nueva York se produce cuando el Congreso ha considerado una legislación federal que establecería barreras sobre el funcionamiento de las plataformas tecnológicas para adolescentes y niños.
Esta legislación cuenta con el respaldo de diversas organizaciones de padres y representantes y de la Fiscalía de Nueva York.
“Las transmisiones adictivas están enganchando a nuestros niños. Las familias cuentan con nosotros para ayudar a abordar esta crisis”, dijo la Fiscal General Letitia James.
Más pobres, más redes
Asimismo, una encuesta completada por 22,484 padres, tutores u otros cuidadores de un niño o adolescente de entre 5 y 17 años que residen en la ciudad de Nueva York, presentada también este jueves por las autoridades municipales, destacan que el 40% de adolescentes informan que usan las redes sociales.
Aunque la mayoría de los padres entrevistados sienten que sus hijos están “demasiado” al frente de las pantallas, el 78% cree que el gobierno debería imponer más restricciones al acceso a estas tecnologías.
Las tasas de uso y los impactos varían según la pobreza del vecindario y el tipo de escuela a la que asiste.
Los adolescentes que viven en áreas de muy alta pobreza reportan usar las redes sociales más que sus contrapartes, que viven en vecindarios más ricos, lo que representa una diferencia de casi el 10 por ciento entre los dos grupos.
Los niños que asisten a escuelas públicas tienen más probabilidades de utilizar las redes sociales que sus homólogos de escuelas privadas.
Más pantalla, más ansiedad
Se concluye que los padres de adolescentes de la Gran Manzana que usan las redes sociales tienen más probabilidades de informar que su hijo tiene un diagnóstico de ansiedad (27 por ciento) o de depresión (14 por ciento) que los padres de adolescentes que no usan las redes sociales.
Los padres que utilizan las redes sociales, también tienen más probabilidades de tener indicadores de depresión o ansiedad, en comparación con los que no lo hacen.
Entre los adolescentes que reportan usar las redes sociales a diario, el 90% reporta estar preocupado en general y el 56% reporta al menos algunos síntomas depresivos.
La mayoría de los adolescentes encuestados afirman que recurren a las redes sociales para “entretenerse, aprender cosas nuevas o por aburrimiento”.
Aquellos que señalan el aburrimiento como su principal motivo tienen más probabilidades de informar que se preocupan por el futuro, en comparación con aquellos que no consideran el aburrimiento como su principal motivo.
Las dos leyes estatales. En resumen:
La legislación S.7694A/A.8148A establece el modelo Stop Addictive Feeds Exploitation (SAFE) For Kids para exigir a las empresas de redes sociales que restrinjan las fuentes adictivas en sus plataformas para usuarios menores de 18 años.
La legislación S.7695B/A.8149A denominada Ley de Protección de Datos de Menores, prohibe que los sitios en línea recopilen, usen, compartan o vendan datos personales de cualquier persona menor de 18 años, a menos que reciban el consentimiento informado o que hacerlo sea estrictamente necesario para el propósito del sitio web.
Con eldiariony