Militantes en el sureste de Irán atacan una estación de policía y matan a 2 fuerzas de seguridad, dice la televisión estatal

TEHERÁN, IRÁN, 8 JULIO 2023 (AP).- Cuatro militantes atacaron una comisaría en el sureste de Irán y mataron a dos miembros de las fuerzas de seguridad, informó el sábado la televisión estatal.

El asalto tuvo lugar en Zahedan, una ciudad en la provincia iraní de Sistán y Baluchistán, a unos 30 kilómetros (19 millas) de la frontera con Pakistán. Desencadenó un tiroteo en el que murieron dos miembros de las fuerzas de seguridad, según el informe.

La poderosa Guardia Revolucionaria de Irán dijo en un comunicado que los cuatro militantes fueron asesinados.

El informe citó a Alireza Marhamati, vicegobernador de la provincia, diciendo que los militantes intentaban acceder a la comisaría y estaban equipados con granadas, pero no dio más detalles.

La agencia de noticias estatal IRNA en su canal Telegram dijo que un grupo separatista sunita afiliado a Al Qaeda y conocido como Jeish al-Adl, o Ejército de Justicia, se atribuyó la responsabilidad del ataque.

IRNA también informó que las autoridades ahorcaron el sábado a dos hombres involucrados en el ataque mortal del 26 de octubre contra la mezquita Shah Cheragh en la ciudad de Shiraz, el segundo lugar más sagrado de Irán.

El informe dice que los dos eran miembros del grupo extremista Estado Islámico y estaban detrás del ataque mortal que mató al menos a 13 personas e hirió a 30.

Las agencias de noticias semioficiales ISNA y Tasnim dijeron que los dos fueron ejecutados públicamente en la ciudad de Shiraz.

El pistolero que ejecutó el ataque, identificado como Sobhan Komrouni, murió en un hospital en el sur de Irán, días después del ataque del 26 de octubre, a causa de las heridas sufridas durante su arresto.

La televisión estatal en ese momento culpó del ataque a los “takfiris”, un término que se refiere a los extremistas musulmanes sunitas que han atacado a la mayoría chiíta del país en el pasado.

El ataque se produjo cuando los manifestantes en otras partes de Irán marcaron 40 días desde que la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, bajo custodia encendió el mayor movimiento antigubernamental en más de una década. Parecía no estar relacionado con las manifestaciones.