BELGRADO, Serbia, 4 MAYO 2023 (AP).- Un tirador mató al menos a ocho personas e hirió a 13 en un ataque desde un vehículo cerca de un pueblo cercano a Belgrado el jueves por la noche, el segundo asesinato masivo de este tipo en Serbia en dos días, informó la televisión estatal.
El atacante disparó al azar a personas cerca de la ciudad de Mladenovac, a unos 50 kilómetros (30 millas) al sur de la capital, según el informe de RTS el viernes temprano. La policía estaba buscando a un sospechoso de 21 años que huyó después del ataque, según el informe.
El tiroteo se produjo un día después de que un niño de 13 años usara las armas de su padre en un alboroto en una escuela en Belgrado que mató a ocho de sus compañeros y un guardia escolar.
El derramamiento de sangre conmocionó a una nación balcánica poco acostumbrada a los asesinatos en masa.
Aunque Serbia está repleta de armas que quedaron de las guerras de la década de 1990, los tiroteos masivos son extremadamente raros. El tiroteo en la escuela del miércoles fue el primero en la historia moderna del país. El último tiroteo masivo antes de esta semana fue en 2013, cuando un veterano de guerra mató a 13 personas en una aldea del centro de Serbia.
El ministro del Interior de Serbia, Bratislav Gasic, calificó el tiroteo del jueves como “un acto terrorista”, informaron los medios estatales.
Unidades especiales de policía y helicópteros han sido enviadas a la región, así como ambulancias, agregó.
No hubo más detalles disponibles de inmediato y la policía no emitió ninguna declaración.
El jueves temprano, estudiantes serbios, muchos vestidos de negro y con flores, llenaron las calles alrededor de la escuela en el centro de Belgrado mientras rendían homenaje en silencio a sus compañeros asesinados el día anterior. Miles hicieron fila para colocar flores, encender velas y dejar juguetes para conmemorar a las nueve personas que fueron asesinadas el miércoles por la mañana.
La tragedia también generó un debate sobre el estado general de la nación luego de décadas de crisis y conflictos cuyas secuelas han creado un estado de inseguridad e inestabilidad permanente, junto con profundas divisiones políticas.
Las autoridades se movieron el jueves para impulsar el control de armas, ya que la policía instó a los ciudadanos a guardar sus armas bajo llave y mantenerlas alejadas de los niños.
La policía ha dicho que el adolescente usó las armas de su padre para llevar a cabo el ataque. Lo había planeado durante un mes, dibujando bocetos de las aulas y haciendo listas de los niños que planeaba matar, dijo la policía el miércoles.
El niño, que había visitado los campos de tiro con su padre y aparentemente tenía el código de la caja fuerte de su padre, sacó dos armas de la caja fuerte donde estaban almacenadas junto con las balas, dijo la policía el miércoles.
El tiroteo del miércoles por la mañana en la escuela primaria Vladislav Ribnikar también dejó a siete personas hospitalizadas: seis niños y un maestro. Una niña que recibió un disparo en la cabeza permanece en una condición potencialmente mortal, y un niño está en estado grave con lesiones en la columna, dijeron los médicos el jueves por la mañana.
Para ayudar a las personas a lidiar con la tragedia, las autoridades anunciaron que estaban estableciendo una línea de ayuda. Cientos respondieron a un llamado para donar sangre para las víctimas heridas. Un período de luto de tres días comenzará el viernes por la mañana.
Los sindicatos de docentes serbios anunciaron protestas y huelgas para advertir sobre una crisis en el sistema escolar y exigir cambios. Las autoridades se encogieron de hombros y algunos funcionarios culparon a la influencia occidental.
El tirador, a quien la policía identificó como Kosta Kecmanovic, no ha dado ningún motivo para sus acciones.
Al ingresar a su escuela, Kecmanovic primero mató al guardia y a tres estudiantes en el pasillo. Luego fue al salón de clases de historia donde le disparó a un maestro antes de apuntar con su arma a los estudiantes.
Kecmanovic luego descargó el arma en el patio de la escuela y llamó él mismo a la policía, aunque ya habían recibido una alerta de un funcionario de la escuela. Cuando llamó, Kecmanovic les dijo a los oficiales de servicio que era un “psicópata que necesita calmarse”, dijo la policía.
Los niños asesinados el miércoles eran siete niñas y un niño. Una de las niñas era ciudadana francesa, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.
Las autoridades han dicho que Kecmanovic es demasiado joven para ser acusado y juzgado. Ha sido internado en una institución mental, mientras que su padre ha sido detenido bajo sospecha de poner en peligro la seguridad pública porque su hijo se hizo con las armas.
“Creo que todos somos culpables. Creo que cada uno de nosotros tiene alguna responsabilidad, que permitimos algunas cosas que no deberíamos permitir”, dijo Zoran Sefik, residente de Belgrado, durante la vigilia del miércoles por la noche cerca de la escuela.
Jovan Lazovic, otro residente de Belgrado, dijo que no estaba sorprendido: “Era cuestión de días que algo así pudiera pasar, teniendo en cuenta lo que está pasando en el mundo y aquí”, dijo.
La cultura de las armas está muy extendida en Serbia y en otros lugares de los Balcanes: la región tiene una de las cifras más altas de armas per cápita de Europa. A menudo se disparan armas al aire en las celebraciones y el culto al guerrero forma parte de las identidades nacionales.
Los expertos han advertido repetidamente sobre el peligro que representa la cantidad de armas en un país muy dividido como Serbia, donde los criminales de guerra condenados son glorificados y la violencia contra los grupos minoritarios a menudo queda impune. También señalan que décadas de inestabilidad derivadas de los conflictos de la década de 1990, así como las dificultades económicas en curso, podrían desencadenar tales estallidos.
“Hemos tenido demasiada violencia durante demasiado tiempo”, dijo el psicólogo Zarko Trebjesanin a la televisión N1. “Los niños copian modelos. Necesitamos eliminar los modelos negativos… y crear un sistema de valores diferente”.