PARÍS, FRANCIA, 31 ENE 2023.- Los sindicatos mantienen el pulso y aseguran que saldrán a protestar el 7 y 11 de febrero contra la reforma pensional que impulsa el Gobierno de Emmanuel Macron. Para los trabajadores es inaceptable aumentar la edad de jubilación y el tiempo de cotización para acceder a la pensión completa; para el Ejecutivo, es “innegociable”. Según el sindicato CGT, este martes salieron a las calles de todo el país 2,8 millones de personas, una cifra que la Policía rebaja hasta los 1,27 millones.
No es la primera y tampoco será la última. Ese ha sido uno de los mensajes clave de los trabajadores franceses en esta segunda jornada de paro nacional contra la reforma a las pensiones este 31 de enero. De hecho, ya planean volver a las calles de toda Francia el próximo 7 y 11 de febrero.
Miles de personas han marchado en diversas regiones de Francia, en una jornada en la que al menos 240 movilizaciones fueron convocadas, principalmente por trabajadores del sector energético, educativo y de transportes.
El controvertido proyecto de ley del Gobierno de Emmanuel Macron hizo que los franceses inundaran las calles de París, Marsella y Niza, entre otras ciudades, para protestar contra varios puntos de la normativa, principalmente el aumento en la edad de jubilación, que pasará progresivamente de los 62 hasta los 64 años en 2030, y el aumento de 42 a 43 años de cotización para acceder a la pensión completa.
Philippe Martínez, líder del sindicato CGT indicó durante la manifestación en la capital que “la primera ministra empezó diciendo que esta es una reforma sobre Justicia social. Pueden darse cuenta que ya no escuchamos eso. Ahora dicen que es indispensable. Bueno, la respuesta es tomarnos las calles”.
El líder sindical añadió que “cuando sabemos lo que se siente trabajar, cuando trabajamos en la industria textil, en alimentos, en agricultura, en hospitales, sabemos que quienes nos piden trabajar dos años más, no conocen la realidad de trabajar”.
A su vez, Isabelle Texier, conductora de bus que se manifestó en Saint Nazaire, aseguró que “no manejaremos hasta que tengamos 64 años. Para el presidente es fácil, él se sienta en su silla. Puede trabajar hasta los 70, si quiere, pero no podemos pedirle a un instalador de techos que trabaje hasta los 64. Eso no es posible”.
Disturbios durante la manifestación en París
Se estima que la marcha más concurrida tuvo lugar en París, seguida de Marsella. En la capital, grupos de ciudadanos encapuchados se enfrentaron a agentes de la Policía, que respondieron lanzando gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Entre las consignas de los ciudadanos estuvieron un contundente “no a la reforma” y también “no nos rendiremos”.
La masiva primera jornada de huelga, el pasado 19 de enero, hizo que para este día 31 las autoridades desplegaran un operativo policial reforzado con hasta 11.000 agentes a lo largo y ancho del país, 4.000 de ellos solo en París.
Según la CGT, 500.000 personas fueron a las calles en París y 2,8 millones en toda Francia, una cifra superior a la de la movilización del 19 de enero.
Por su parte, la policía sostiene que la cifra total de manifestantes ascenció a 1,27 millones.
Caos en el transporte y los colegios por la segunda jornada de huelga nacional
Pese a que la participación en la huelga de este martes fue menor a la del día 19, hubo caos en el transporte y numerosas escuelas tuvieron que mantenerse cerradas.
Solo un tercio de los trenes de alta velocidad, TGV, circulan este martes, al tiempo que se han suspendido dos tercios de las líneas de transporte en el área metropolitana de París, además del 90% de los trenes de cercanías.
Las autoridades del aeropuerto de Orly informaron que el 20% de sus vuelos, tanto de salida como de llegada, tuvieron que ser cancelados. A su vez, la aerolínea Air France eliminó el 10% de sus trayectos cortos, pero mantuvo todos los intercontinentales.
El SNES-FSU, el principal sindicato de profesores de secundaria, había anunciado una participación de alrededor del 55% de los maestros, que en muchos lugares fueron apoyados por sus estudiantes.
A las afueras de la escuela Turgot del centro de París, varios jóvenes portaron pancartas con mensajes como “apoyo a los trabajadores” o “somos jóvenes enojados”.
Asimismo, una parte importante de las refinerías de petróleo y las emisoras públicas vieron sus servicios interrumpidos.
Jean-Luc Mélenchon: “Estamos viviendo una movilización histórica”
Una de las movilizaciones con mayor presencia desde la mañana fue la que se vivió en la ciudad de Marsella, en la que participó el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Al inicio de la jornada, el político aseguró que “no es un día ordinario” y añadió que la gente sale a las calles para defender “su derecho a una existencia humana”.
Mélenchon es uno de los principales opositores a la reforma del presidente Macron y ha resaltado que la situación desatada por el proyecto es “excepcional”.
El líder izquierdista aseguró que el mandatario “perderá la batalla” en cuanto a esta iniciativa y celebró cómo los trabajadores y sindicatos se han organizado y han colaborado entre sí para poder frenar sus labores y participar en la jornada de huelga.
Nueva convocatoria de paro nacional para la próxima semana
No había transcurrido ni la mitad de la jornada de este 31 de enero, cuando los sindicatos ya convocaron otra jornada de huelgas masivas para continuar presionando al Gobierno.
Los trabajadores de EDF, la empresa de electricidad de Francia, junto con los de otras compañías de la industria del gas, llamaron a protestar los días 6, 7 y 8 de febrero. Así lo confirmó Fabrice Coudour, secretario nacional del sindicato de Minas y Energía-CGT.
A su vez, los trabajadores ferroviarios convocaron una nueva protesta para el 7 y el 8 de febrero.
En paralelo, los sindicatos franceses llamaron a la huelga los días 7 y 11 de febrero.
Más del 60% de los franceses se opone a la reforma pensional
Un sondeo publicado por el diario económico ‘Les Echos’ revela que el 61% de los franceses se opone a la reforma pensional. El rechazo ha sido tangible desde antes de que el proyecto fuera presentado, el pasado 10 de enero.
No obstante, el Ejecutivo ha sido enfático en que las dos condiciones que generan mayor oposición, el aumento en la edad y el incremento en el tiempo de cotización “no son negociables”. Así lo reiteró la semana pasada la primera ministra Elisabeth Borne.
Según el Gobierno, la reforma no solo es importante sino necesaria para asegurar que se pueda mantener la solidez del sistema de pensiones a mediano y largo plazo.
Una comisión de la Asamblea General ya discute el proyecto de ley en medio de la férrea oposición de los partidos de izquierda y ultraderecha.
France24, con Reuters y AP