
Londres, Inglaterra, 10 ept. 2022.- Tras la largo distanciamiento entre los hermanos William y Harry, antaño tan unidos, hoy se produjo ese acercamiento en el que muchos, dentro y fuera de la familia real británica, esperaban.
El príncipe William, que recientemente se convirtió en heredero al trono, y el ‘”rebelde” Harry, se reunieron junto a sus respectivas esposas, Kate y Megan, para admirar los ramos de flores dejados frente a la entrada del Castillo de Windsor en memoria y en honor de su abuela, la reina Isabel II, y agradecer a las miles de personas que se aglomeraron a lo largo del camino que conduce a la residencia.
Seguramente tuvo su influencia el primer discurso del rey pronunciado por Carlos III, en el que invocó el apoyo del hijo mayor William y su esposa, que se convirtieron en Príncipe y Princesa de Gales (la primera en usar el título después de Diana), pero al mismo tiempo pronunció palabras de “afecto” también hacia el segundo hijo Harry, y su esposa Megan.
Con el reencuentro en Windsor, se desmintieron las muchas especulaciones que circulaban también en la prensa británica, según la cual el propio Carlos habría pedido a Harry que no llevara a su mujer al castillo de Balmoral, debido al pasado conflictivo con los Windsor, en el intento en vano de poder saludar a la abuela en su lecho de muerte.
Pero parece que tanto el dolor por la pérdida de una figura tan importante como el discurso pacificador del soberano fueron decisivos.
También hoy, William en el primer comunicado tras la muerte de la soberana, afirmó que, para honrar su memoria, le dará apoyo a su padre “en todas las formas posibles”.
El acercamiento es sorprendente si se piensa en las controversias que nunca disminuyeron y se renovaron recientemente en torno a Harry y Megan, quienes escaparon espontáneamente de su estatus como miembros principales de la Familia Real a raíz de la traumática ruptura de 2020 y la mudanza a Estados Unidos.
Pero también a las fuertes tensiones entre los duques de Cambridge (ahora también de Cornualles) y los de Sussex..
El nuevo rey ya dio cierta impronta de unidad y asignó los roles de una familia real que debe estar cohesionada si quiere superar la pérdida del pilar que la sustentaba y al mismo tiempo mantenía en pie a la monarquía.
Muy importante fue el papel de Kate, que se convirtió en Princesa de Gales, título que nadie había utilizado tras la muerte de Lady Di.
De hecho, Camilla, la nueva reina consorte, a pesar de tener el derecho, no se había atrevido a usarlo por respeto a la figura de Diana y para evitar posibles polémicas.
Entretanto, para Kate será un rol complejo para ocupar, aunque, según trascendidos, pretende llevar adelante de una manera original y moderna.
Por su parte, el Príncipe de Gales, tal y como indica su padre, tiene el compromiso de gestionar el patrimonio familiar, representado entre otras cosas por las vastas propiedades del Ducado de Cornualles.
También deberá seguir con las causas defendidas por Carlos anteriormente, desde las actividades de caridad con el medio ambiente, o realizando labores sociales a favor a quienes provienen de entornos desfavorecidos.
William y Kate estarán cada vez más activos al frente de una modernización prudente para dar una idea de una monarquía acorde con los tiempos que corren. (ANSA).