
Buenos Aires, 24 de marzo de 2025.- En el 49° aniversario del último golpe cívico-militar, miles de personas se congregaron en la Plaza de Mayo en una marcha unificada bajo la consigna “Contra el fascismo y la miseria planificada”. Madres, Abuelas e H.I.J.O.S., junto a organismos de derechos humanos, partidos políticos y sindicatos, compartieron un único escenario por primera vez en dos décadas, en rechazo al discurso negacionista del gobierno de Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel.
La movilización: unidad histórica y críticas al Gobierno
La jornada comenzó temprano con una columna encabezada por La Cámpora, que partió desde la ex ESMA hacia la plaza. A las 16:30, el acto central reunió a figuras como Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo), Taty Almeida (Madres Línea Fundadora) y Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz), quienes leyeron un documento conjunto.
En él se exigió:
Políticas activas para restituir la identidad de los nietos apropiados (con 139 casos resueltos hasta ahora).
Rechazo al desmantelamiento de la Secretaría de Derechos Humanos y el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Condena al “negacionismo” de Milei y Villarruel, y a las políticas económicas que compararon con las de la dictadura: “El Gobierno aplica el mismo programa de ajuste y represión”, denunció Rodolfo Aguiar (ATE).
Carlotto fue contundente: “Milei debería estar preso. Nos humilla, pero la lucha sigue en paz”. También se criticó el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich, vinculándolo a la agresión al fotógrafo Pablo Grillo, quien sigue internado pero con mejorías, según su padre.
La ruptura de 2006 y la reunificación
La marcha marcó el fin de una división que comenzó en 2006, cuando algunos organismos acusaron al kirchnerismo de “cooptar” la causa tras el perdón de Néstor Kirchner y la remoción del cuadro de Videla en la ESMA. Miguel Santucho (Abuelas) destacó: “Esta unidad es la respuesta al miedo que quieren imponer”.
Disidencias y otras columnas
Aunque la convocatoria fue masiva, el Frente de Izquierda (FIT) realizó una movilización paralela, rechazando el documento oficial por considerarlo “blando” frente al Gobierno. Por su parte, Hugo Moyano (Camioneros) reapareció en la plaza y apoyó el paro general del 10 de abril, mientras su hijo Pablo calificó a Caputo como “hijo de puta por endeudar al país”.
El contexto político
La Casa Rosada amaneció vallada, y el Gobierno evitó aplicar el protocolo antipiquetes. El mensaje del PJ bonaerense resumió el clima: “Los derechos humanos no son de izquierda ni de derecha. Son el piso para construir una sociedad justa”.
Con Perfil