
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 4 de marzo de 2025.- El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, reclamó la presencia del Estado a través del desarrollo de políticas públicas y alertó sobre el avance del narcotráfico en los barrios populares.
“Hay políticas públicas que son muy valederas, positivas, que plantean la idea de un Estado presente e inteligente en los barrios populares”, afirmó en declaraciones radiales, y añadió: “El retroceso del Estado genera que otros ocupen ese lugar, como el narcotráfico, por eso alertamos sobre la necesidad de una mejor calidad de vida en los sectores vulnerables”.
En la misma línea, sostuvo: “Si realmente se considera que hubo actos de corrupción en las medidas que se tomaron con estas políticas publicas que se investigue, denuncie, se condene y en si mismo son políticas positivas”.
“Por eso, seguimos insistiendo en resaltar algunas políticas que platean una presencia inteligente del Estado que garantiza que hay un articulador general que no permite el avance de otro Estado que es el narcotráfico que en muchos barrios está sucediendo”, puntualizó.
Asimismo, García Cuerva destacó la intervención del Gobierno en cuestiones “ligadas a la vivienda, a las cloacas, a la educación, a los microemprendimientos”, y argumentó que “no todo fue corrupción y un desastre”.
Por su parte, reveló que mantiene diálogo con varios funcionarios del Poder Ejecutivo, incluso con el presidente Javier Milei, pese a las diferencias, y marcó algunas focos de tensión con la administración porteña de Jorge Macri, quien ordenó el vallado de la Catedral durante una marcha del colectivo LGBT.
“Cuando comencé el ministerio episcopal en Buenos Aires, la Catedral estaba vallada de manera diaria como otros monumentos, y pedí por favor que saquen las vallas porque teníamos que generar apertura y diálogo con la sociedad, aún con la diversidad”, narró el arzobispo, y añadió: “De hecho se hizo la marcha del orgullo y no hubo ningún inconveniente, al contrario, muchos de los que participaron ingresaron a la catedral de rezar y agradecieron el gesto”.
Tras la decisión, resolvió la eliminación de las vallas al rededor del edificio ubicado a metros de Casa Rosada, y responsabilizó al gobierno de la Ciudad de su colocación durante la última protesta del sector, desoyendo la solicitud del arzobispado y el acuerdo que mantuvo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“En esta última ocasión no fue el gobierno nacional. Lo conversé con Patricia Bullrich y ella entendió que con el diálogo que tenemos con el colectivo LGBT no había necesidad. Fue el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, les pedí que las saquen por favor y oh, sorpresa, a la mañana del sábado nos encontramos con las vallas colocadas. Por eso sacamos ese comunicado porque pedimos que las saquen y nos dijeron que no lo iban a hacer”, expuso.
Por último, habló del estado de salud del Papa Francisco al contar que pasó una “buena noche”, en la que logró descansar, y planteó que se trata de “una cuestión de día a día”, aunque puntualizó que continúa llevando adelante sus actividades desde el policlínico Gemelli.
“El Santo Padre plantea esta cuestión de la policrisis, habla de las guerras, el maltrato, la problemática de la migración, la cultura de la indiferencia frente a la cultural del encuentro”, aseveró García Cuerva, y concluyó: “Desde el comienzo del pontificado, Francisco fue una voz proféticas denunciando las injusticias, la guerra. El otro día reveló que desde donde está él, se ve más absurda la guerra. Es una contrafigura, una propuesta revolucionaria, en un mundo que va para el otro lado”.
Con NA