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Washington, 1 de marzo de 2025 (EFE).- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha optado este viernes por mantener un tono envalentonado y mucho menos complaciente que el empleado con otros líderes que en el último mes han visitado a Donald Trump en la Casa Blanca, uno de los factores que ha propiciado el tenso encontronazo entre ambos.
Teniendo en cuenta el aparente rencor que persiste entre ambos líderes desde 2019, nadie esperaba que la comparecencia de Zelenski en el Despacho Oval destilara la misma camaradería que tuvo la del primer ministro israelí, Benajmín Netanyahu, el primero en visitar a Trump desde su retorno al poder, o el tono casi reverencial que mostró el jefe del Ejecutivo nipón, Shigeru Ishiba, que cubrió de halagos al neoyorquino.
Sin embargo, nadie preveía las arrebatadas respuestas que le dieron Trump y su vicepresidente, JD Vance, sobre todo tras ver que en los últimos días líderes como Narendra Modi, Emmanuel Macron o Keir Starmer, que traían diferencias de opinión en asuntos de peso con el presidente estadounidense, salían airosos y reforzados de un encuentro en Washington para el que parecieron prepararse a conciencia.
Un representante del Gobierno de EE.UU. citado por CNN apuntó que el que Zelenski luciera su tradicional vestimenta militar en la Casa Blanca fue un mal comienzo.
Trump incluso optó por el chascarrillo a su llegada, afirmando que hoy iba «muy arreglado» y, en medio de la comparecencia en el Despacho Oval, un periodista de un medio ultraconservador preguntó al ucraniano porque no usaba traje y señaló que muchos estadounidenses lo consideran irrespetuoso.
Lenguaje duro contra Putin
En el arranque del acto en el Despacho Oval, Zelenski empleó el tono duro que acostumbra a usar al referirse a Putin como «un asesino y un terrorista», y el ambiente, no excesivamente cordial hasta ese momento, se empezó a enturbiar más cuando un periodista polaco preguntó a Trump por la posibilidad de que se estuviera alineando en exceso con Putin.
El líder de Estados Unidos resaltó que él es una figura equidistante en la guerra de Ucrania que solo se alinea con su propio país, que quiere poner fin al conflicto y que es el único con capacidad para traer a todas las partes a la mesa de negociación.
Zelenski, que recalcó varias veces su interés en contar con respaldo militar estadounidense tras un futuro e hipotético acuerdo de paz con Moscú, incidió entonces en que desde la invasión de Crimea en 2014 nadie, incluyendo Trump durante su primer mandato (2017-2021), le ha parado los pies a Putin.
Ahí entró en escena Vance, quien argumentó que la animadversión y agresividad mostrada por la Administración Biden ante Putin fue contraproducente y que, por eso, Zelenski debería estar agradecido con el enfoque que está empleando Trump para tratar de resolver el conflicto de Ucrania.
En ese punto, Zelenski, cruzado de brazos, arqueó las cejas mostrando incredulidad y respondió tuteando a Vance -que le interpeló en todo momento como «señor presidente»- gesticulando de manera visible con las manos, a lo que el vicepresidente estadounidense replicó llamándole desagradecido y echándole en cara sus problemas para reclutar soldados mientras le apuntaba con el índice.
El punto de inflexión
El punto de inflexión llega cuando el presidente ucraniano dice que aunque Estados Unidos tiene un «océano hermoso» que lo separa del escenario de guerra europeo -un mantra que Trump ha repetido en las últimas semanas- en el futuro sentirá el impacto del conflicto.
Es entonces cuando Trump, que parece captar la referencia, le espeta que no está en posición de decirle a Washington como sentirse, que está «jugando con las vidas de millones de personas», coqueteando con la Tercera Guerra Mundial y que está siendo irrespetuoso con un país que ha dado a Kiev más que ningún otro.
En ese punto, Zelenski parece estar mirando ya al vacío, tal vez consciente del desaguisado, y, tras decir «gracias», asegura a continuación que su país ha estado «solo» desde el principio de la invasión rusa, enfureciendo aún más a Trump y Vance, que le dice que «está equivocado».
Tensión entre Zelenski y Trump
Zelenski y Trump tratan de interrumpirse el uno al otro hasta que el ucraniano desiste y el inquilino de la Casa Blanca le espeta que debería aceptar sin rechistar el alto el fuego porque no está en posición de exigir nada más y que debe cambiar de actitud.
Así concluyó un episodio que ya promete ser caso de estudio sobre situaciones a evitar en la arena diplomática.
Tras el fiasco, el senador republicano Lindsey Graham, conocido valedor de Kiev, calificó lo sucedido de «completo desastre», celebró la actitud de Trump y Vance, calificó a Zelenski de «irrespetuoso» y «excesivo» y consideró que tal vez Washington nunca logre acuerdos con él.
Y ante todo, hizo publica una advertencia -«Le dije a Zelenski esta mañana; no muerdas el anzuelo»- que el presidente ucraniano pareció ignorar hoy en el Despacho Oval.