Salta, 5 de febrero de 2025.- Según la investigación, los implicados operaban organizados en convoyes de motocicletas, utilizando un “coche puntero” y una infraestructura significativa para transportar un promedio de 30 kilos de cocaína por viaje. Un incidente de tránsito protagonizado por uno de los motociclistas, junto con la labor investigativa, permitió la detención de tres personas y el secuestro de más de 26 kilos de droga.
A instancias del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, el juez federal de Garantías N°1, Julio Bavio, declaró ayer la legalidad de la detención de dos de los tres hombres arrestados por el transporte de más de 26 kilos de cocaína en motocicletas de alta gama a lo largo de la ruta 68. El accidente que sufrió uno de los imputados, quien se recupera en un hospital local, fue el punto de partida para una investigación que, días después, llevó a la captura de otros dos motociclistas.
El tráfico de drogas se realizaba por la ruta que conduce a Cafayate, una de las ciudades turísticas más concurridas, popular entre los motociclistas por la belleza de sus paisajes.
En la presentación del caso, el fiscal federal Ricardo Toranzos, acompañado por la auxiliar fiscal Carolina Aráoz Vallejo, explicó que la primera detención se llevó a cabo el 29 de enero, a la altura del kilómetro 70, en la localidad de La Viña. Esto ocurrió después de que José Joaquín Durán, quien conducía una motocicleta Corven de alta cilindrada, chocara contra la parte trasera de un camión Scania, quedando tendido sobre el asfalto con su vehículo semidstruido.
Toranzos detalló que el incidente ocurrió a las 15:20, cuando Durán se dirigía de Salta a Cafayate a alta velocidad, mientras que el camión circulaba en sentido contrario. Se estima que el motociclista intentó rebasar, pero se vio sorprendido por otro vehículo, lo que lo llevó a apresurarse en completar la maniobra e impactar con su hombro contra la parte trasera del camión, derrapando posteriormente.
El fiscal añadió que, tras el impacto, el camionero descendió para auxiliar al motociclista y notó la llegada de otros dos individuos en motos idénticas a la de Durán. Estos motociclistas, que también se dirigían a Cafayate, se limitaron a extraer paquetes de la mochila de Durán antes de retirarse hacia Salta.
Toranzos precisó que, al llegar a la escena del accidente, personal de la Gendarmería Nacional resguardó todos los elementos y trasladó a Durán en ambulancia al hospital San Bernardo, donde se constató que presentaba fracturas en la pelvis, cadera y brazo izquierdo, entre otras lesiones graves, por lo que permanece internado en terapia intensiva.
El fiscal reveló que se encontraron paquetes de droga acondicionados en la parte del tanque de combustible de la moto, que salieron a la luz como resultado del choque. “De la moto siniestrada se incautaron poco más de 6 kilos de cocaína”, afirmó, haciendo referencia a la droga que los otros dos cómplices, que venían detrás, se llevaron al encontrar a Durán en el asfalto.
Los cómplices arrestados
Otros dos sujetos, Cristián Navarro y Leonel Serapio, fueron arrestados el 1° de febrero en un hostal de La Viña, como resultado de la tarea investigativa llevada adelante tras el incidente por la División de Drogas de la Policía de la provincia de Salta en coordinación con la Gendarmería Nacional.
Toranzos explicó que, ante la clara evidencia de que estaban ante una organización narcocriminal, con división de roles y una importante infraestructura, se llevó a cabo una pesquisa profunda en toda la ruta y en las localidades de la zona, lo que permitió dar con una pista que resultó clave. Precisó que desde un hostal de La Viña se informó a los investigadores que habían llegado dos motociclistas -aún no identificados- con motos similares a la del incidente y que sus conductores se alojaron allí, pero luego se fueron con la excusa de que iban al balneario.
En tal sentido, marcó que, bajo la dirección de la fiscalía, se instaló una vigilancia en el lugar y que, en la tarde de este sábado, Navarro y Serapio fueron detenidos cuando se presentaron en el hostal con la intención de llevarse las motos, para lo cual tenían sus llaves y el dinero para pagar el hospedaje.
Agregó que para entonces la policía había requisado los dos vehículos, que contenían quince paquetes de drogas cada uno, con un total de más de 20 kilos de cocaína. Precisó que el estupefaciente iba acondicionado debajo del asiento y dentro del tanque de combustible, como se había observado en la moto que conducía Durán.
El fiscal valoró esos elementos y tuvo en cuenta también la importante suma de dinero que los dos detenidos llevaban encima para solicitar que queden imputados por transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes. Pidió además que se le conceda un plazo de 91 días para completar la investigación.
Con fundamentos en la gravedad del hecho, la logística empleada, los riesgos de fuga y el entorpecimiento procesal latentes, el fiscal solicitó que se imponga la prisión preventiva de ambos detenidos, cuyo accionar -según afirmó- no deviene de una actuación aislada, sino producto de una organización ilícita que utilizaba convoy de motos para el transporte de drogas, como también un vehículo que hacía de “coche puntero”, dato que surgió de la investigación.
Pantalla
En su exposición, Toranzos puso de relieve que los acusados, y sobre todo otros implicados de mayor peso, camuflaban a los transportistas como turistas o simples aficionados a las motocicletas en una ruta muy utilizada para esta clase de circuitos, lo que se presentaba -dijo- como una pantalla ideal para ocultar el transporte de droga.
Sostuvo que la investigación es aún incipiente y que restan otras diligencias para dar con el resto de los implicados. Si bien señaló que Navarro y Serapio no serían las mismas personas que dejaron las dos motos, ambos acusados actuaron con dolo al prestarse a una maniobra ilícita, de la cual tenían dominio.
A su turno, y dada la declaración de ambos acusados, en la que, especialmente, Navarro asumió la responsabilidad de la participación de ambos en el hecho, la defensa no presentó objeciones respecto a la imputación ni con el pedido de prisión preventiva, aunque requirió que, en el caso de Serapio, se dispusiera su arresto domiciliario.
Al resolver, el juez rechazó este pedido, declaró la legalidad de la detención de ambos acusados e hizo lugar a la imputación, pero en el caso de Serapio se inclinó por calificar su accionar como autor de transporte de estupefaciente simple y limitó el tiempo de prisión preventiva a 30 días y no a los 91 días que había requerido la fiscalía.