Villarruel congela las dietas de senadores tras las críticas

La vicepresidenta Victoria Villarruel

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 4 de enero de 2025.- El contexto político en Argentina ha estado marcado por intensas polémicas relacionadas con las dietas de los senadores y la gestión de la vicepresidenta Victoria Villarruel. La presión ejercida por el presidente Javier Milei sobre Villarruel ha sido notable, especialmente en lo que respecta al aumento de las dietas de los legisladores. Estas dietas, que se habían fijado en siete millones de pesos, estaban a punto de incrementarse a más de nueve millones, lo que generó un fuerte descontento en la ciudadanía, especialmente en un contexto de crisis económica.

Ante el riesgo de un aumento que podría haber sido interpretado como un acto de insensibilidad hacia las dificultades que enfrenta la población, Villarruel optó por anunciar la prórroga en el congelamiento de las dietas hasta el 31 de marzo de 2025. Este movimiento buscaba desactivar las críticas tanto del oficialismo como de la oposición, y al mismo tiempo, posicionarse como una figura que escucha las demandas del pueblo.

El hallazgo de 200 mil dólares en posesión del senador Edgardo Kueider, quien posteriormente fue expulsado, también contribuyó a la crisis de legitimidad en el Senado, dejando la institución en una situación de parálisis. Este tipo de escándalos alimentó aún más la narrativa de Milei y sus seguidores, quienes se han presentado como críticos de “la casta” política y han hecho hincapié en la necesidad de austeridad en el contexto actual.

Más temprano, el dirigente social Juan Grabois le apuntó directo a ella:  “Si les gusta tanto la guita, dedíquense a otra cosa. Me pregunto si Villarruel no estará comprando legalmente voluntades para su soñada asamblea destituyente”. “En cualquier caso, esto es un asco inaceptable. Espero que no prospere”, escribió.

Villarruel, consciente de que las críticas estaban dirigidas principalmente hacia ella, trató de buscar apoyos en diferentes bloques políticos para asegurar el congelamiento de las dietas. A pesar de que esta medida contaba con el respaldo de varios sectores, la vicepresidenta fue la que se llevó la atención mediática al anunciar la resolución, lo que generó una nueva ola de críticas, incluso de parte de sus aliados, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

La confrontación no se limitó a Villarruel y Milei; otros actores políticos también se sumaron al debate, como el dirigente social Juan Grabois, quien criticó abiertamente a la vicepresidenta. Este ambiente de tensiones entre diferentes facciones políticas refleja un clima de polarización que complica la gobernabilidad en el país.

En resumen, la situación en el Senado argentino es un claro reflejo de las luchas de poder internas, la presión social por medidas de austeridad y la necesidad de los políticos de navegar un ambiente cada vez más hostil hacia la percepción de privilegios en medio de una crisis económica. Villarruel, a pesar de sus esfuerzos por desviar las críticas, sigue siendo el blanco de ataques tanto del oficialismo como de la oposición, lo que pone de manifiesto la fragilidad de su posición en el actual paisaje político argentino.