31 octubre 2024.- Los jefes de Defensa de Estados Unidos y Corea del Sur pidieron, el miércoles 30 de octubre, a Corea del Norte que retire sus tropas de Rusia, donde según Washington se han desplegado unas 10.000 de ellas para una posible acción contra las fuerzas ucranianas.
Rusia y Corea del Norte han profundizado su alianza política y militar a medida que se ha prolongado la guerra de Ucrania. Sin embargo, enviar las tropas de Pyongyang a combatir contra las fuerzas de Kiev supondría una escalada significativa del conflicto, que ha desatado una amplia preocupación internacional.
“Les pido que retiren sus tropas de Rusia”, declaró en el Pentágono el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, haciéndose eco del llamamiento de su homólogo surcoreano, Kim Yong-hyun, que se encontraba a su lado.
Austin dijo que Estados Unidos “seguirá trabajando con aliados y socios para disuadir a Rusia de emplear estas tropas en combate”.
Sin embargo, existe una “buena probabilidad” de que Moscú siga haciéndolo, según el secretario de Defensa estadounidense, quien afirmó que las fuerzas norcoreanas están siendo equipadas con uniformes y armas rusas.
Esto se debe a que hay una “alta probabilidad” de que Pyongyang pida a Rusia transferencias de tecnología para ayudar a sus programas de armamento -incluidos los de armas nucleares tácticas, misiles balísticos intercontinentales y satélites de reconocimiento- a cambio del despliegue de sus fuerzas, dijo.
Sin embargo, no anunció ningún cambio en la política de Seúl, que desde hace tiempo prohíbe la venta de armas en zonas de conflicto activo, incluida Ucrania, postura que ha mantenido a pesar de los llamamientos de Washington y Kiev para que reconsidere su postura.
Las fuerzas de Pyongyang se convertirían en “objetivos militares legítimos”
“En este momento no hay nada decidido”, dijo Kim cuando se le preguntó si Corea del Sur tenía previsto suministrar municiones a Ucrania de forma indirecta.
El Pentágono dijo la víspera que un “pequeño número” de tropas norcoreanas ya han sido desplegadas en la región rusa de Kursk, donde las fuerzas ucranianas llevan a cabo una ofensiva terrestre desde agosto.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, no ha negado el despliegue de tropas norcoreanas en su país, pero tampoco lo confirma.
El enviado de Moscú ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo el miércoles que cualquier aseveración de que las fuerzas de Pyongyang estaban presentes en el frente eran “meras afirmaciones”.
Por su parte, Miroslav Jenca, subsecretario general de la ONU para Europa, afirmó que Naciones Unidas ha seguido con “seria preocupación” la información sobre el despliegue norcoreano en Rusia, pero que no podía confirmarlas de forma independiente.
La Casa Blanca ha dicho que las fuerzas de Pyongyang se convertirían en “objetivos militares legítimos” si luchan contra Ucrania, y Austin hizo eco de esa postura el miércoles.
Serían “cobeligerantes, y tienen todas las razones para creer que… morirán y resultarán heridos como consecuencia de la batalla”, añadió.
Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el enviado estadounidense Robert Wood lanzó una advertencia aún más explícita, al afirmar que si las fuerzas de Pyongyang “entran en Ucrania en apoyo de Rusia, seguramente volverán en bolsas de cadáveres”.
“Aconsejaría al presidente Kim que se lo piense dos veces antes de incurrir en un comportamiento tan imprudente y peligroso”, añadió Wood.
Pyongyang ha negado el envío de tropas a Rusia, pero su viceministro de Asuntos Exteriores afirmó que, de producirse tal despliegue, se ajustaría a las normas mundiales.
Tanto Corea del Norte como Rusia están sometidas a sanciones de las Naciones Unidas: Pyongyang por su programa de armas nucleares y Moscú por la guerra de Ucrania.
El ministro norcoreano de Asuntos Exteriores, Choe Son Hui, estuvo el miércoles en Moscú para mantener conversaciones “estratégicas” con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, mientras que Wang Yi -el máximo diplomático de China, principal aliado diplomático de Pyongyang- trató la crisis de Ucrania con el viceministro ruso de Asuntos Exteriores en Beijing.
France24 con AFP