Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 31 octubre 2024.- Apartir del consumo de mañana, el Gobierno confirmó que el servicio de gas vuelve a subir, luego de haber bajado 5% en octubre. Será un aumento en la boleta final de 2,7%, según señalaron fuentes oficiales. Asimismo, el servicio eléctrico también se ajustará de nuevo en noviembre, en torno al 2,5%, luego de haber avanzado 3% este mes. Estas dos alzas se suman a las ya anunciadas en agua, del 4%, y en combustibles, que subirá 2,75% (por debajo del 4% que se dejó trascender a comienzo de la semana).
Desde mañana, los servicios energéticos vuelven a actualizarse con el objetivo del Ministerio de Economía de seguir bajando el gasto en subsidios y alinear los valores de las boletas a sus costos reales de producción de gas y generación eléctrica. La decisión se tomó en los últimos días, ya que, como admitió el ministro de Economía, Luis Caputo, se analizó el impacto que tendrán los aumentos en la inflación, cuya reducción es la principal meta del Gobierno.
De hecho, el objetivo inicial del equipo económico era aplicar fórmulas automáticas de actualización para las tarifas de gas y electricidad, como sucede con las boletas de Aysa, pero pese a que se habían publicado las resoluciones con los detalles, nunca se llegaron a implementar y las subas fueron discrecionales, teniendo en cuenta la evolución de la inflación. El plan del Palacio de Hacienda es regularizar esta situación a partir del año próximo, cuando se aplique la revisión tarifaria integral (RTI).
En el caso de Aysa, la empresa estatal que el Gobierno busca privatizar, la fórmula de ajuste nunca se discontinuó, y las tarifas de agua aumentan todos los meses teniendo en cuenta los índices de salarios (IS), de precios internos al por mayor (IPIM) y el del precio al consumidor (IPC). Desde mañana, de hecho, el servicio de Aysa subirá 4% y la factura promedio sin impuestos pasará de $20.582 a $21.410. Si se agregan los impuestos, la boleta promedio mensual superará los $25.900. En el año, las tarifas de agua en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) aumentaron 305%.
En cuanto a gas, en octubre, el equipo económico tomó la decisión de reducir 5% la tarifa, lo cual llamó la atención en el sector energético, porque el servicio todavía sigue recibiendo subsidios. A partir de este mes, el Gobierno retoma el sendero de aumentos. Del 2,75% de aumento que tendrá el valor final de la boleta, habrá un incremento de 3,5% que le corresponde a las empresas distribuidoras y transportistas de gas (representan la mitad del costo total, aproximadamente), mientras que un 2% será la suba del precio en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST) del gas.
Actualmente, las industrias, comercios y los hogares de altos ingresos (N1) pagan el 64% del valor del gas; los de ingresos bajos (N2), el 23%, y los de ingresos medios, el 29%. El resto del costo lo cubre el Ministerio de Economía con subsidios.
Temerosos por los posibles cortes de luz en el verano, el Gobierno nunca descontinuó el aumento en las tarifas de electricidad, para que cada mes cubran un porcentaje mayor del costo de generación eléctrica. En concreto, industrias, comercios y hogares de altos ingresos pagan el 93% de lo que cuesta la generación eléctrica; mientras los usuarios residenciales N2, el 26%, y los N3, el 41% por el consumo bonificado (y 93% sobre el excedente).
A las entidades de bien público, clubes de barrio y de pueblo, y otras categorías de usuarios sin fines de lucro asimilables, que en total suman 5000 usuarios, se les aplicarán las bonificaciones al precio de gas y de la electricidad correspondientes a los usuarios residenciales de ingresos bajos para el total del volumen consumido.
En cuando al valor de la nafta y el gasoil, luego de haber tenía una baja de 1% en octubre, fuentes del sector confirmaron que a partir de mañana volverán a subir 2,75%. En principio, esa cifra surge del ajuste que se aplicará para equiparar el movimiento del dólar oficial, que sube mensualmente 2% según el ritmo del crawling peg que aplica el Banco Central, y el aumento en los impuestos a los Combustibles (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC).
Con La Nación