BARCELONA, España, 30 octubre 2024 (AP).- Al menos 63 personas murieron en el este de España después de que inundaciones repentinas arrasaron automóviles, convirtieron calles de pueblos en ríos e interrumpieron líneas ferroviarias y carreteras en el peor desastre natural que golpea a la nación europea en la memoria reciente.
Los servicios de emergencia de la Comunidad Valenciana (este) confirmaron el miércoles un saldo de 62 muertos. La Delegación del Gobierno central en Castilla La Mancha añadió que una mujer de 88 años fue encontrada muerta en la ciudad de Cuenca.
Las tormentas del martes provocaron inundaciones en una amplia franja del sur y el este de España, desde Málaga hasta Valencia. Las aguas color lodo arrastraron vehículos por las calles a gran velocidad, mientras trozos de madera se arremolinaban en el agua junto con artículos domésticos. La policía y los servicios de rescate utilizaron helicópteros para sacar a las personas de sus casas y botes de goma para llegar a los conductores atrapados en los techos de los automóviles.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, dijo que decenas de localidades habían resultado inundadas y advirtió que el peligro no ha terminado.
“Para aquellos que están buscando a sus seres queridos, toda España siente vuestro dolor”, dijo Sánchez en un discurso televisado. “Nuestra prioridad es ayudarles. Estamos poniendo todos los recursos necesarios para que podamos recuperarnos de esta tragedia”.
Las autoridades informaron sobre la desaparición de varias personas el martes por la noche, pero a la mañana siguiente recibieron el impactante anuncio de que habían encontrado decenas de personas muertas.
“Ayer fue el peor día de mi vida”, dijo a la cadena nacional RTVE Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, una localidad de Valencia. Según dijo, varias personas siguen desaparecidas en su localidad.
“Estábamos atrapados como ratas. Los autos y los contenedores de basura se movían por las calles. El nivel del agua alcanzaba los tres metros”, dijo.
Más de 1.000 soldados de las unidades de respuesta a emergencias españolas fueron desplegados en las zonas devastadas. Los servicios de rescate también se desplazaron hacia el este desde otras partes de España. El gobierno central de España creó un comité de crisis para ayudar a coordinar las tareas de rescate.
Una pareja de ancianos fue rescatada del piso superior de su casa por una unidad militar que utilizaba una excavadora, con tres soldados acompañándolos en la enorme pala.
Los informes de televisión mostraron videos filmados por residentes en pánico que documentan aguas inundando las plantas bajas de los apartamentos, arroyos desbordándose y puentes cediendo.
En los últimos años, España ha vivido tormentas otoñales similares , pero nada comparable a la devastación de los dos últimos días, que recuerda a las inundaciones de 2021 en Alemania y Bélgica , que se cobraron la vida de 230 personas.
Es probable que el número de muertos aumente, ya que otras regiones aún no han reportado víctimas y los esfuerzos de búsqueda continúan en áreas de difícil acceso.
En el pueblo de Letur, en la vecina región de Castilla La Mancha, el alcalde Sergio Marín Sánchez dijo que seis personas estaban desaparecidas.
España todavía se está recuperando de una grave sequía y sigue registrando temperaturas récord en los últimos años. Los científicos afirman que el aumento de los episodios meteorológicos extremos probablemente esté relacionado con el cambio climático .
Las tormentas desataron una extraña tormenta de granizo que hizo agujeros en las ventanas de los automóviles y en los invernaderos, además de un tornado raramente visto.
El transporte también se vio afectado. Un tren de alta velocidad con casi 300 personas a bordo descarriló cerca de Málaga, aunque las autoridades ferroviarias dijeron que nadie resultó herido. El servicio de trenes de alta velocidad entre Valencia y Madrid se interrumpió, al igual que las líneas de cercanías.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, instó a la ciudadanía a quedarse en casa, ante la dificultad de viajar por carretera debido a la caída de árboles y a los vehículos destrozados.
A medida que las aguas bajaban, gruesas capas de barro mezcladas con basura hacían que las calles fueran irreconocibles.
“El barrio está destrozado, todos los coches están amontonados, está literalmente destrozado”, explica por teléfono Christian Viena, propietario de un bar en el pueblo valenciano de Barrio de la Torre. “Todo es un desastre, todo está listo para ser tirado a la basura. El barro tiene casi 30 centímetros de profundidad”.
Afuera del bar de Viena, la gente se aventuraba a salir a ver qué podían rescatar. Los autos estaban amontonados y las calles estaban llenas de matas de ramas empapadas.
Los familiares de los desaparecidos llenaron las redes sociales y los medios de televisión y radio locales con llamados para encontrar a sus seres queridos.
Leonardo Enrique ha explicado a RTVE que su familia llevaba horas buscando a su hijo, Leonardo Enrique Rivera, de 40 años, que conducía una furgoneta de reparto cuando empezó a llover. Su hijo había enviado un mensaje diciendo que su furgoneta se estaba inundando y que había sido atropellado por otro vehículo cuando se encontraba cerca de Ribarroja, una localidad industrial que es una de las más afectadas, según ha explicado Enrique.
Ubicada al sur de Barcelona, en la costa mediterránea, Valencia es un destino turístico conocido por sus playas, sus huertos de cítricos y por ser la cuna de la paella, un plato típico español.
Como otras zonas de España, Valencia cuenta con desfiladeros y pequeños cauces de ríos que pasan gran parte del año completamente secos pero que rápidamente se llenan de agua cuando llueve. Muchos de ellos pasan por zonas pobladas.
La lluvia había amainado en Valencia a última hora de la mañana del miércoles mientras la tormenta se dirigía hacia el norte, lo que llevó a las autoridades de la región de Barcelona a emitir alertas meteorológicas.