29 septiembre 2024 (Reuters).- Israel mató al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en un poderoso ataque aéreo en Beirut, asestando un duro golpe al grupo respaldado por Irán y que se tambalea tras una creciente campaña de ataques israelíes.
El Ejército israelí dijo el sábado que había eliminado a Nasrallah en la cruenta ofensiva contra la sede del comando central del grupo en los suburbios del sur de Beirut el viernes. Hezbolá confirmó que había muerto, sin decir cómo.
La muerte de Nasrallah es un duro golpe tanto para Hezbolá como para Irán, al eliminar a un aliado influyente que ayudó a convertir a Hezbolá en el eje de la red de grupos aliados de Teherán en el mundo árabe .
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, describió el asesinato de Nasrallah como un paso necesario para “cambiar el equilibrio de poder en la región en los próximos años”.
“Nasrallah no era un terrorista, él era el terrorista. Él era el eje del eje, el motor central del eje del mal de Irán”, sostuvo Netanyahu en una declaración tras la muerte del líder de Hezbolá, en la que advirtió sobre los días difíciles que se avecinaban.
El presidente estadounidense, Joe Biden, describió la muerte de Nasrallah como una medida de justicia para lo que llamó sus numerosas víctimas, entre ellas miles de estadounidenses, israelíes y libaneses, y dijo que Estados Unidos apoyaba plenamente el derecho de Israel a la legítima defensa.
Un miembro de alto rango de la Guardia Revolucionaria de Irán, el comandante adjunto Abbas Nilforoushan, también murió en los ataques israelíes en Beirut el viernes, informaron los medios iraníes.
Fuentes dijeron a Reuters que el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, había sido trasladado a un lugar seguro en Irán tras el asesinato de Nasrallah.
Los ataques continuaron en los suburbios del sur de Beirut durante la tarde del sábado, según una transmisión en vivo de Reuters, generando grandes nubes de humo sobre la ciudad.
Un bombardeo alcanzó una zona industrial a 500 metros de los edificios del aeropuerto de Beirut, reportó a Reuters una fuente de seguridad. Pero, el aeropuerto siguió funcionando con normalidad, según el director de Middle East Airlines, Mohammad al-Hout.
Más de 1.000 personas han muerto y más de 6.000 han resultado heridas como resultado de los ataques israelíes en las últimas dos semanas, informó el Ministerio de Salud, Además, alrededor de un millón de libaneses han sido desplazados por los ataques, incluidos cientos de miles desde el viernes, según Nasser Yassin, ministro que coordina la respuesta a la crisis.
Israel afirmó también haber matado a un alto funcionario de inteligencia de Hezbolá en un ataque al sur de Beirut, identificándolo como Hassan Khalil Yassin. Hezbolá no ha hecho ninguna mención al respecto.
En Israel, las sirenas de ataque aéreo sonaron en todo el centro del país, incluido Tel Aviv, y se oyeron grandes explosiones después de que un misil fuera disparado e interceptado, según el Ejército israelí.
Hezbolá señaló en un comunicado que continuaría su batalla contra Israel “en apoyo de Gaza y Palestina, y en defensa del Líbano y su pueblo firme y honorable”.
El líder iraní Jamenei aseguró, por su parte, que la muerte de Nasrallah será vengada y que su camino en la lucha contra Israel será seguido por otros militantes.
El primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, advirtió que su país se enfrentaba a una amenaza, sin mencionar la muerte de Nasrallah, aunque su oficina anunció más tarde tres días de luto por el jefe de Hezbolá.
Hezbolá e Israel han estado librando un conflicto en paralelo a la guerra del Gobierno de Netanyahu contra el grupo palestino Hamás en Gaza, desde el ataque del grupo palestino islamista del 7 de octubre de 2023, una confrontación transfronteriza que se ha intensificado drásticamente en los últimos días.
El canal de televisión Al-Manar, de Hezbolá, emitió versos del Corán tras anunciarse la muerte de Nasrallah. Se oyeron ráfagas de disparos en Beirut y el Ejército libanés desplegó tanques en el centro de la ciudad, según testigos de Reuters.
El Ejército israelí asegura que Nasrallah fue “eliminado” en un “ataque selectivo” contra la sede subterránea del grupo, situada debajo de un edificio residencial en Dahiyeh, un suburbio del sur de Beirut controlado por Hezbolá.
La muerte de Nasrallah el golpe más grande en quince días de ofensiva israelí contra Hezbolá, que comenzó con un ataque mortal mediante la detonación miles de dispositivos de comunicaciones utilizados por sus miembros.
Días después, Israel incrementó significativamente los ataques aéreos en el Líbano, matando a varios altos comandantes de Hezbolá y a cientos de otras personas en amplias zonas del país.
Sucesión en duda
Muchos partidarios de Hezbolá se mostraron incrédulos el sábado.
“Él nos estaba guiando. Era todo para nosotros. Estábamos bajo su protección”, dijo Zahraa, una simpatizante de Nasrallah, entre lágrimas por teléfono desde una escuela a la que había sido desplazada durante la noche.
Hezbolá no dio ninguna indicación inmediata sobre quién podría suceder a Nasrallah.
Hashem Safieddine, primo de Nasrallah, ha sido considerado durante mucho tiempo como el heredero aparente. El grupo no ha emitido ninguna declaración sobre la situación de Safieddine ni de ningún otro líder de Hezbolá, aparte de Nasrallah, desde el ataque.
El sábado, Hezbolá siguió lanzando cohetes transfronterizos, lo que hizo sonar las sirenas y obligó a los residentes a huir a refugiarse en el interior de Israel. Las defensas antimisiles israelíes bloquearon a algunos de ellos y no hubo informes inmediatos de heridos.
La escalada ha aumentado los temores de que el conflicto pueda salirse de control y potencialmente involucrar a Irán, principal aliado de Hezbolá, así como a Estados Unidos.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que la guerra de Israel no es contra el pueblo libanés y calificó a Nasrallah de “asesino de miles de israelíes y ciudadanos extranjeros”.
Gallant mantuvo conversaciones el sábado por la noche sobre la posibilidad de ampliar la ofensiva militar de Israel en su frente norte, según informó su oficina.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, que no recibió ninguna advertencia previa sobre el ataque que mató a Nasrallah, expresó que busca reducir la escalada de los conflictos en Gaza y el Líbano a través de medios diplomáticos.
Hezbolá había dicho que cesaría el fuego sólo cuando terminara la ofensiva israelí en Gaza.
Hamás y otros aliados de Hezbolá emitieron declaraciones lamentando su muerte. Rusia, por su lado, manifestó su condena enérgica al asesinato de Nasrallah e instó a Israel a detener las hostilidades en el Líbano.
Líbano pide a avión iraní que no aterrice
Los residentes huyeron de Dahiyeh, el suburbio del sur de Beirut donde Israel ejecutó los ataques, y buscaron refugio en el centro y otras partes de la ciudad.
“Los ataques del viernes fueron increíbles. Habíamos huido antes y luego regresamos a nuestras casas, pero luego los bombardeos se hicieron cada vez más intensos, así que vinimos aquí, esperando que Netanyahu detuviera los bombardeos”, dijo Dalal Daher, hablando cerca de la Plaza de los Mártires de Beirut, en referencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Israel afirma que ha estado atacando a Hezbolá con el objetivo de permitir que decenas de miles de residentes evacuados del norte de Israel regresen a sus hogares.
El Ministerio de Transporte del Líbano pidió a un avión iraní que no entrara en el espacio aéreo libanés después de que Israel advirtiera al control de tráfico aéreo en el aeropuerto de Beirut que usaría la “fuerza” si aterrizaba, dijo a Reuters una fuente del ministerio. La fuente indicó que no estaba claro qué había en el avión y agregó: “La prioridad es la gente”.
A última hora del viernes, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, dijo que los aviones de la fuerza aérea israelí estaban “patrullando el área del aeropuerto de Beirut” y no permitirían que “vuelos hostiles con armas aterrizaran allí”.
Iran Air ha cancelado todos los vuelos a Beirut hasta nuevo aviso, anunció el sábado el portavoz de la aerolínea a los medios locales.