La ONU detalla la intensificación de la violenta represión contra los derechos humanos por parte del gobierno de Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, asiste a la cumbre del Alba, en Caracas, Venezuela, el 24 de abril de 2024. REUTERS/Leonardo Fernández Viloria/Foto de archivo

CIUDAD DE MÉXICO, 3 septiembre 2024 (Reuters).- Un informe de Naciones Unidas publicado el martes detalló presuntos crímenes cometidos por el gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega, incluida una intensificación de la represión a la disidencia reforzada con una nueva ola de detenciones arbitrarias y tortura.

Basado en 120 entrevistas con lo que la oficina de derechos humanos de la ONU describe como víctimas y testigos de abusos de derechos humanos, así como grupos de la sociedad civil, el informe, abre una nueva pestañaCubre únicamente el período de 12 meses que terminó en mayo. La última ofensiva comenzó hace más de seis años.

El informe de la ONU proporcionó descripciones detalladas de detenciones arbitrarias, al menos dos desapariciones forzadas documentadas, así como de cómo la libertad de expresión y asociación se han visto sistemáticamente socavadas durante el período.

Citando informes de la sociedad civil, el informe afirma que 131 presuntos opositores a Ortega han sido detenidos arbitrariamente hasta mayo pasado, lo que marca un fuerte aumento en comparación con los 54 del año anterior.

Señala que en junio y julio se produjeron otras 10 detenciones arbitrarias.

El informe también incluye detalles espeluznantes de una docena de casos de presuntas torturas y malos tratos a detenidos presuntamente cometidos por el aparato de seguridad del gobierno, incluidas violaciones y descargas eléctricas. Señala que tres hombres detenidos denunciaron haber sufrido estrangulamiento de los testículos.

Los sobrevivientes de tortura entrevistados “mostraron signos visibles de trastorno de estrés postraumático”, según el informe.

“Se advirtió a los detenidos y a sus familias que no hablaran sobre la tortura o las condiciones de detención y se les amenazó con perder sus derechos de visita”, añadió.

La vicepresidenta Rosario Murillo, portavoz del gobierno y esposa de Ortega, no respondió de inmediato a preguntas escritas sobre las conclusiones del informe.

El gobierno de Ortega en el pasado ha ignorado los informes de la ONU y la Organización de Estados Americanos, que dice son parte de una campaña internacional en su contra.

En apariciones públicas, Ortega ha criticado a algunos de sus adversarios internos como mercenarios que buscan derrocar a su gobierno.

Después de que estallaran protestas masivas en las calles contra el gobierno en 2018, las fuerzas de seguridad de Ortega lanzaron un violento contraataque en el que murieron más de 300 civiles, según grupos de derechos humanos y observadores internacionales.

Desde entonces, el gobierno ha arrestado o expulsado a decenas de sacerdotes católicos, entre los objetivos más destacados de la represión , además de cerrar varios miles de grupos de la sociedad civil , la mayoría acusados ​​de delitos financieros.

Los críticos de Ortega argumentan que ha buscado silenciar, eliminar o reprimir de otro modo todas las voces percibidas como hostiles a su gobierno.

Ortega, un ex rebelde marxista y antagonista de Estados Unidos durante la Guerra Fría, llegó al poder en 1979 tras derrocar una dictadura familiar de derecha. Actualmente cumple su cuarto mandato consecutivo como presidente.