Por Daniel Barneda
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 31 julio 2024.- Finalmente YPF y la estatal malaya Petronas eligieron a la zona de Punta Coloroda en la provincia de Río Negro y descartaron a Bahía Blanca para la construcción de la mega obra que incluye la planta de licuefacción, que se llevará a cabo entre 2025 y 2031 y que costará entre U$S 30.000 y U$S 50.000 millones y permitirá, a través de la exportación, monetizar el gas de Vaca Muerta.
Esta vez el diablo no metió la cola, sino más bien la política. Está claro que votar en contra de la Ley Bases y no adherir al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) tuvo un costo político importante para el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien en una reciente conferencia de prensa responsabilizó por la decisión al presidente Javier Milei, a quien acusó de mentir en las redes sociales.
“Por más de que se trate de una empresa privada, los directivos de YPF son funcionarios del presidente Milei. Estamos ante un hecho de enorme gravedad, ante una verdadera irresponsabilidad del presidente de la Nación, porque por un capricho ideológico pone en riesgo un proyecto muy importante para el país y la provincia en el que estamos trabajando hace diez años”, advirtió.
Y disparó: “En todos los planes de YPF el proyecto estaba previsto para hacerse en Bahía Blanca, y se iba a definir mediados de agosto, todo esto es una cuestión política”.
“La localización de la planta de GNL no tiene nada que ver, con la adhesión o no de la provincia al RIGI”, sostuvo el gobernador, quien aclaró que si “la empresa entra al RIGI nacional tiene los beneficios del RIGI más allá de la provincia en que haga las inversiones”.
Cuando YPF y Petronas firmaron el acuerdo preliminar para encarar este proyecto, durante el anterior gobierno nacional, se consideró a Bahía Blanca como destino de la planta de GNL y al Puerto bahiense para operar las exportaciones.
En el sector la noticia causó sorpresa, aunque en el proyecto original de Río Negro siempre estuvo en la mesa de negociaciones. Sin embargo, la decisión que tomó en forma unánime el directorio de YPF muestra algunas aristas técnicas, económicas y especialmente políticas que todavía restan dilucidar.
“Por la magnitud del proyecto y el tamaño de la inversión debió haber sido más transparente el proceso de selección de la ubicación del puerto. Se entiende que hay un estudio de factibilidad pero no se ha dado a conocer. Parece una decisión más hermética donde evidentemente entraron en juego diversos factores: por un lado, la incompetencia de Kicillof por no haber podido tejer acuerdos para llevar la planta a Bahía Blanca, y por otro lado, cierta incapacidad de la dirigencia empresaria que para este proyecto en particular priorizó las cuestiones políticas por encima de los aspectos técnicos y económicos”, afirmó una fuente de la industria.
En off, algunos analistas aseguran que “en los últimos 20 años se estructura el desarrollo energético a partir de Hubs como centros neurálgicos estratégicos. Bahía Blanca claramente hoy es un nodo energético consolidado con gasoductos, oleoductos y hasta un polo petroquímico y un importante puerto. Resulta un contrasentido técnico por más que tengas 100 km de diferencia de caño que relegues un Hub de esta magnitud como Bahía Blanca por una cuestión meramente política y no desarrolles el que ya tenés planificado íntegramente”.
Es un secreto a voces que la decisión fue tomada por las empresas teniendo en cuenta que mientras Río Negro ya adhirió al RIGI, sin condicionamientos y prometiendo amplias exenciones de impuestos, la provincia de Buenos Aires siempre se opuso a esta propuesta surgida del Gobierno nacional y apuntaba a un régimen más local.
Trascendió además que YPF y Petronas optaron por la provincia patagónica tras contratar a la consultora estadounidense Arthur D. Little, que evaluó las condiciones técnicas y económicas de ambas locaciones.
No obstante, desde ambas empresas ya habían advertido que sin RIGI no hay GNL, algo que interpretó de mejor manera el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, que finalmente ganó la pulseada.
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El fuego cruzado entre el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kiccilof terminó con la elección en Río Negro
Claves de la inversión del siglo
Según se definió, la planta estará ubicada en la zona de Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, frente al Golfo San Matías, a partir de 2031, donde también se llevará a cabo la puesta en valor y modernización de un viejo puerto en desuso con salida al Océano Atlántico. Antes, se colocarán dos barcazas que funcionarán como unidades flotantes de licuefacción.
El Parque Nacional Islote Lobos está a unos 30 km de la localidad de Sierra Grande.
En total, el proyecto abarca exportaciones de 460 barcos anuales por unos 120 millones de m3 diarios (MMm3/d) de gas natural y una suma de US$ 15.000 millones en ventas al exterior. Para eso, YPF y Petronas tienen que conseguir un comprador (off taker) y financiamiento a gran escala.
Argentina produce actualmente entre 135 a 140 MMm3/d de gas natural, por lo que se deberá casi duplicar en 7 años. Además, a principios de julio, Pan American Energy (PAE) anunció un acuerdo con la noruega Golar LNG para empezar a desarrollar el GNL por unos 11 MMm3/d, y también podría definir su ubicación en Río Negro, para eventualmente escalarlo después de 2027 a unos 27 MMm3/d.
El proyecto LNG Argentina podría representar al país unos US$ 30.000 millones en exportaciones en base al shale gas de los bloques no convencionales de Neuquén.
Se espera que las autoridades de YPF comuniquen oficialmente la decisión a los gobiernos de Río Negro y de Buenos Aires para saber más detalles de las cuestiones técnicas y económicas consideradas para desarrollar este proyecto.
Según los expertos, Punta Colorada dispone de un puerto que fue construido a mediados de la década del ’70, pero ahora se requiere de una fuerte inversión en infraestructura para este proyecto, que vendría a sumarse al de exportación de crudo que YPF encaró con la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur.
Algunas voces del sector sostienen que la decisión de elegir Río Negro tiene un fuerte contenido político para castigar al gobierno de Kiccilof. “En Punta Colorada habría que construir un puerto de cero y esas inversiones podrían restar competitividad al producto que se quiere exportar”, comentaron.
Mientras tanto, el presidente Milei ya confirmó su primer viaje oficial a Vaca Muerta en la provincia de Neuquén. Si bien la fecha no está confirmada, podría darse el 8 de agosto. Estará acompañado por Horacio Marín, CEO y presidente de YPF, y se esperan anuncios vinculados a proyectos de infraestructura con financiamiento privado.
Con El Economista