El dólar blue marcó $1.500 y amenaza las reservas con el renacer del dólar turista

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 12 JULIO 2024.- El dólar blue pegó otro salto este viernes y alcanzó el récord nominal de $1.500 y vuelve a poner en el foco la utilización del dólar turista que se ubica en $1.504. El impacto directo, mayor presión sobre las reservas del Banco Central.

La cotización paralela avanzó $80 en la semana y en lo que va de julio registra una suba de 130 pesos o 9,5%. La brecha cambiaria con el dólar mayorista supera el 60% por primera vez desde diciembre, en los 62,8 por ciento.

Por el lado de los financieros, también se movieron al alza, pero con menos dinamismo producto de los múltiples controles que tienen. 

El dólar MEP avanzó 21 pesos o 1,52% hasta los $1.424,73 y cierra otra semana con alzas. En tanto, el Contado con liqui se encareció en 22 pesos o 1,54% hasta los $1.436,22.

Por su parte, el Banco Central no se mueve de su objetivo de crawling peg de 2% mensual y ajustó la cotización mayorista a $921,50.

El valor del billete en el Banco Nación es de $940 y en el promedio de los bancos es de $959,99.

El aumento de la brecha está ubicándose en un valor que ya comienza a preocupar a los analistas dado que paralizaría exportaciones, complicaría aún más el nivel de reservas y aleja la posibilidad de una salida ordenada del cepo.

El renunciado ex ministro de Bioeconomía, Fernando Vilella, aseguró hoy que “los productores no venden por la expectativa de una devaluación”.

Además, reaviva un viejo problema que vuelve. La nueva escalada del dólar informa poner como opción el dólar tarjeta como forma de realizar pagos de servicios al exterior, dado que se igualaron las cotizaciones, por primera vez desde la era Milei.

Este tipo de cambio que se forma del oficial más impuestos tiene un valor de $1.504, lo que hace muy tentador tanto para la posibilidad de comprar los 200 dólares de ahorro mensual, como para los gastos en el exterior y el recupero de los impuestos posterior en ambos casos.

El Banco Central se hizo en la última rueda de esta semana con 43 millones de dólares y cierra la semana con compras en todas las ruedas.

Si bien el Volumen operado en el segmento de contado fue muy bajo y apenas pasó los US$ 160 millones, la autoridad monetaria logró hacerse del 28%. 

En la semana terminó con compras por US$ 154 millones, el doble que en la primer semana de julio. En el mes acumula US$227 millones.

De esta manera las reservas brutas internacionales avanzaron 49 millones de dólares hasta el nivel de US$28.274 millones.

“Esto no es más que lo que vemos hace tiempo”, explica un experimentado analista cambiario al intentar explicar la tendencia al alza de los dólares paralelos. Atrás quedó la aparente calma que había insinuado el blue en torno a $1400, para retomar esta semana el camino que lo condujo a quebrar su récord nominal (en términos reales, está lejos de los más de $2000 que implicarían, a precios de hoy, los picos de febrero). Y en paralelo a la pulseada que sostiene el tándem Javier Milei-Luis Caputo frente al mercado, los números reflejan el cambio de humor y las nuevas expectativas de los agentes económicos.

Las últimas declaraciones del Presidente y el ministro sobre las condiciones necesarias y los requisitos previos para avanzar hacia la salida del cepo transmitieron, implícitamente, que la hoja de ruta del Gobierno, al menos en lo conocido, no contempla ese paso en lo inmediato. Y a mayor distancia de levantar las restricciones, mayor es la presión sobre el mercado cambiario y la “búsqueda de cobertura” entre quienes deciden qué hacer con su dinero.

La expansión de la brecha cambiaria, con suba de los tipos de cambios financieros y un dólar oficial que mantiene la pauta de ajuste del 2% mensual ratificada por Caputo en cada una de sus intervenciones, se acompaña con la suba del riesgo país, que hace semanas se mueve en torno a los 1500 puntos, tras la caída en la cotización de los bonos argentinos. Otro termómetro que muestra que, en esta coyuntura, se debilitó la demanda de pesos ni de otros activos del país.

Más allá de esa incertidumbre de corto plazo, tampoco los números alcanzan para defender a la moneda local. Es que pese a las intenciones de Caputo (“el peso va a ser una moneda fuerte”, insistió recientemente), la tasa de interés que hoy premia a quienes eligen quedarse en pesos pierde contra la inflación y desalienta a quienes pueden optar por otros caminos, como el dólar financiero.

De hecho, no pocos economistas y analistas marcan al 14 de mayo como el día en que se inició la actual escalada del dólar: fue cuando el BCRA recortó al 40% anual la tasa de referencia, una decisión que dejó a los plazos fijos minoristas pagando en promedio un 2,5% mensual.

Al mismo tiempo, otro punto que subyace a los movimientos del dólar de las últimas semanas se vincula con el sector externo y la incapacidad del BCRA para sumar reservas.

Concluido el trimestre que se espera más favorable, por la liquidación anual de la cosecha, la entidad monetaria cerró en junio el primer mes con saldo negativo en la gestión de Milei (vendió US$84 millones) y enfrenta ahora un semestre donde se esperan nuevos sobresaltos. De hecho, hasta en el acuerdo firmado con el FMI el Gobierno reconoce que espera una caída mayor a los US$2000 millones en su stock en el trimestre en curso.

La variable clave, nuevamente, es el valor del peso y el esquema cambiario para la Argentina, con o sin cepo. Mientras las reservas se fortalecieron, pero siguen en terreno negativo, el dólar sigue siendo un bien escaso, al menos al valor del tipo de cambio oficial, y alimenta expectativas de un nuevo salto.

Mientras se acumulan las discusiones de analistas conceptualmente cercanos al Gobierno acerca de la sostenibilidad de este nivel cambiario, el Gobierno ratifica su crawling peg y se esperanza con una nueva desaceleración inflacionaria. El mercado, mientras tanto, ya opinó.

 Con La Nación/NA