Por Guido Burdman
CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 7 JUNIO 2024.- “Mentirosos”, “calumniadores”, “corruptos”,”imbéciles” y “ensobrados” son apenas algunas de las expresiones que ha utilizado el presidente de Argentina, Javier Milei, contra los periodistas en los casi seis meses que lleva de gestión.
El mandatario de extrema derecha no distingue entre el medio de comunicación ni la ideología política del profesional. Basta con que un periodista lo critique u opine en contra de su Gobierno para que él responda con un ataque.
Desde el 10 de diciembre de 2023, día en que Milei asumió como presidente de Argentina, han sido apuntados por el Poder Ejecutivo periodistas como Jorge Lanata, Jorge Fernández Díaz, Joaquín Morales Solá, María Laura Santillán, Jorge Fontevecchia, Romina Manguel, Silvia Mercado, Luisa Corradini, Marcelo Bonelli, Victor Hugo Morales y María O’Donnell, entre otros.
Un estudio de Amnistía Internacional Argentina advierte que, en 180 días de gestión, el presidente atacó a más de 20 periodistas y personalidades de la cultura. Es decir, al menos una agresión cada 10 días.
Tanto Amnistía, como el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), han alertado sobre esta situación y los riesgos que supone para la libertad de expresión en el país.
“Cuando quienes está al frente de estos ataques son funcionarios o el propio presidente de la nación, no solo se genera un clima de intimidación. También se amenaza el derecho a la libertad de expresión ya que los escraches, presiones, señalamientos y acusaciones generan el efecto de censura y silenciamiento de voces”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, en un comunicado con motivo del Día del Periodista.
Mientras que FOPEA, en un estudio realizado tras los primeros 100 días de Milei como presidente, denunció que 4 de cada 10 agresiones a periodistas y a medios de comunicación tuvieron origen en el jefe de Estado o en sus ministros.
“Las expresiones insultantes y agraviantes del presidente de la nación hacia periodistas y medios de comunicación mantienen un nivel que contradice la obligación constitucional de garantizar la libertad de expresión, tanto en su nivel individual como en su dimensión colectiva”, advirtió el Foro.
En la misma línea, la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) aseguró en su informe anual sobre libertad de prensa que la llegada de Milei a la presidencia de Argentina, a quien describió como “abiertamente hostil con la prensa”, “marca un nuevo y preocupante punto de inflexión para la garantía del derecho a la información en el país.
Desde el arribo del libertario a la Casa Rosada, Argentina cayó 26 puestos en el ranking de libertad de prensa que elabora anualmente RSF.
“El presidente de extrema derecha Javier Milei, elegido en 2023, alienta las agresiones a periodistas y los ataques para desacreditar a medios y reporteros críticos con su política”, señaló la ONG en su ‘Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024: los peligros de la industria del engaño’.
“Profetas de la verdad única e incontrastable”
En una extensa publicación en X el pasado 10 de abril, el presidente argentino sostuvo que los periodistas se han acostumbrado a que “deben ser tratados como profetas de la verdad única e incontrastable, a los que no se puede criticar, ni desmentir, ni corregir”.
El mandatario también los acusó de haberse “corrompido, ensuciado y prostituido al calor de los sobres y la pauta oficial”.
“La extorsión es moneda corriente. La mentira, la difamación, la calumnia son algo frecuente también. Primero te pegan, y después te pasan la factura. Cifras siderales”, escribió en referencia a los reporteros a quienes llamó a “bajarlos de esa Torre de Marfil en la que creen que viven”.
“Milei es una persona totalmente reticente a la discrepancia”
Para Gonzalo Sarasqueta, director del Máster en comunicación política y empresarial de la Universidad Camilo José Cela, Milei entiende al periodismo como un obstáculo que entorpece la comunicación directa con la ciudadanía.
“Está más en la lógica de autocomunicación de masas en las redes sociales. Sus dispositivos para saltarse la intermediación son TikTok, Instagram y X. Según su lógica, el periodismo lo único que hace es ensuciar el mensaje entre el líder y la ciudadanía. El periodista ahí es un molinete que está molestando en el medio”, explica Sarasqueta a France 24.
De todos modos, reconoce que el trato de Milei hacia los periodistas depende principalmente de lo que estos opinen sobre él.
“El presidente es una persona totalmente reticente a la discrepancia. Le levanta ampollas la disidencia y la crítica, que es la función del periodismo. Pero si el periodista está en su misma sintonía, él es amable. Es decir, con aquellos comunicadores que él siente que están en su vereda para dar la batalla cultural que necesita la Argentina para volver a ser una potencia mundial, está todo bien. Ahora, con la mayoría de los periodistas, que son los que no están de acuerdo con su proyecto, está todo mal”, precisa.
De todos modos, reconoce que el trato de Milei hacia los periodistas depende principalmente de lo que estos opinen sobre él.
“El presidente es una persona totalmente reticente a la discrepancia. Le levanta ampollas la disidencia y la crítica, que es la función del periodismo. Pero si el periodista está en su misma sintonía, él es amable. Es decir, con aquellos comunicadores que él siente que están en su vereda para dar la batalla cultural que necesita la Argentina para volver a ser una potencia mundial, está todo bien. Ahora, con la mayoría de los periodistas, que son los que no están de acuerdo con su proyecto, está todo mal”, precisa.
Según Sarasqueta, al estadounidense le funciona antagonizar con el periodismo, al que el politólogo describe como una pieza dentro del establishment contra el que apuntan los líderes de derecha.
Como Trump en Estados Unidos, Milei, con sus constantes ataques al periodismo, busca en Argentina ubicar a los medios de comunicación dentro del establishment y convertirlo en un enemigo para la ciudadanía.
“En Argentina fracasaron Mauricio Macri, Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Entonces llega este tipo (Milei) que te dice que todos los que estuvieron hasta ahora son unos ladrones que viven de tus impuestos. Pero no son solamente ellos, también son los actores, Lali Espósito, los medios de comunicación, la Justicia (…) Lo que para él es elestablishment. La casta es un concepto que rebalsa lo estrictamente político”, comenta.
Para Aletto, los ataques a la prensa y sus trabajadores no solo provienen de la derecha. “Nicolás Maduro no tiene nada de derecha y también ataca el periodismo”, afirma.
Asegura que hoy cualquiera se anima a enemistarse con los medios de información porque “el periodismo ya no es esa vaca sagrada que fue en algún momento”.
¿A quién le cree la gente?
En los casos en que Milei atacó a periodistas alejados de su ideología política, como María O’Donnell o Víctor Hugo Morales, no parece haber dudas sobre dónde se posicionaron quienes apoyan al presidente. Sin embargo, el mandatario también protagonizó cruces con comunicadores de medios tradicionales asociados a la derecha, como Jorge Lanata, Jorge Fernández Díaz y Joaquín Morales Solá, por citar algunos ejemplos.
Probablemente, gran parte de quienes respetan y siguen desde hace muchos años a estos tres destacados periodistas hayan votado a Milei en las elecciones presidenciales del año pasado.
Según el profesor e investigador Jerónimo Biderman Núñez, esta controversia puede generar una “desilusión” entre el público de mayor edad del presidente y dañar su imagen.
“Este público tiene un recorrido común con estos medios y con estos periodistas, una confianza. Entonces, en el caso de tener que elegir entre uno u otro, van a recostarse más sobre la confianza tradicional que tienen con esos periodistas”, declara a France 24.
De todos modos, admite que los índices de confianza en el periodismo argentino son “muy bajos”. De acuerdo con la encuesta “La tensa estabilidad de la Argentina libertaria”, realizada por la consultora Zubán Córdoba y Asociados en abril pasado, más del 80% de la sociedad argentina no confía en los medios de comunicación.
Con respecto a dónde quedan posicionados los comunicadores atacados por Milei, el doctor en Medios, Comunicación y Cultura por la Universitat Autónoma de Barcelona asegura que, cuando el periodismo rivaliza con el poder, se fortalece.
“La mirada que puede haber sobre Jorge Fernández Díaz, Jorge Lanata, Marcelo Longobardi o Joaquín Morales Solá no se va a debilitar puertas adentro de la industria de los medios de comunicación, pero tampoco a nivel general. De hecho, creo que puede acercarlos al público que no es favorable a Milei”, concluye.
En este Día del Periodista en Argentina, es importante recordar y defender la libertad de expresión. El periodismo es un pilar fundamental de la democracia, cuya misión es cuestionar, investigar y dar voz a la verdad.
Con France24