BUENOS AIRES, 215 MAYO 2024 (MI PERIÓDICO).— Esta mañana seguían sin funcionar más del 60% de los semáforos del Metrobus R8, entre el Camino del Buen Ayre y la calle Argentina, en el municipio de Tres de Febrero.
Ya hace más de 90 días que los semáforos no funcionan, y las autoridades municipales están desaparecidas.
Pero no solo la mayoría de los semáforos sobre le Metrobus están apagados, sino que, además, tampoco se ven a los inspectores de tránsito municipales realizando operativos para el cruce seguro de peatones, entre los que se encuentran los más vulnerables, niños y niñas que concurren a establecimientos escolares; personas mayores y discapacitados.
Tampoco funcionan los semáforos ubicados en el cruce de las calles Argentina y Río Pilcomayo, a la altura del Hospital Bocalandro.
El materia de seguridad vial la labor de las autoridades no se reduce a imponer solamente multas de tráfico.
Esta mañana solo se podía ver a personal de la Policía de Seguridad Vial realizando el cruce de escolares en la intersección de las calles Tucumán y el Metrobus R8, en el barrio Churruca. Mientras los inspectores municipales siguen ausentes con aviso. Como de costumbre.
Pero lo cierto es que ya no hay excusas para la fata de funcionamiento de más del 60 % de los semáforos del Metrobus R8.
El deber legal de las autoridades es preservar la salud; la vida y la seguridad de las personas que transitan por territorio provincial. ¿O acaso están esperando que ocurra una tragedia?
Tres meses es tiempo más que suficiente para que los funcionarios cumplan con el deber de reparar las señales de tráfico como garante de la seguridad del camino.
Y sino puede repararlos entonces deberìan cumplir con sus obligaciones y llevar a cabo los operativos preventivos con inspectores de tránsito municipales para garantizarle a las personas el cruce seguro por la vía multicarril.
Y en especial de niños y niñas, de personas mayores y discapacitados.
Barrio Churruca. La Escuela Primaria 36 rodeada de basura
Gran cantidad de desperdicios se podían ver esta mañana del lunes 13.05.2024 en el cruce de las calles Iguazú y Tucumán, en el barrio Churruca, en la esquina de la plaza y frente la Escuela Primaria 36, a pesar de las órdenes judiciales a las autoridades municipales para erradicar el microbasural que se instaló en el lugar desde hace ya bastante tiempo.
Los vecinos del lugar aseguran que el vuelco ilegal de desperdicios, que genera riesgo para la salud, y en especial de los chicos que concurren a la Escuela, se realiza a toda hora y frente a las cámaras de seguridad de la municipalidad local.
Y con limpiar no alcanza. Hay que erradicar el microbasural aplicando la ley.
Pero parece que hay funcionarios municipales que viven en los barrios más acomodados de la Ciudad de Buenos Aires, y desde hace tiempo han incorporado a su lenguaje la expresión «me importa un pito».
Y no es el único microbasural que mantienen vivo los funcionarios municipales, y detrás del cual se esconde un millonario negocio de más de 1 mil ochocientos millones de pesos anuales que perjudica a los contribuyentes para favorecer a empresas amigas que se dedican a limpiarlos; pero no a erradicarlos.
“No hay que matar a la gallina de los huevos de oro”. “Si a la limpieza, pero no a la erradicación”. No sea cosa que se termine el gran negocio. Otra de las expresiones incorporadas al lenguaje de los corruptos funcionarios municipales.