Hoy la Iglesia Católica celebra el Primer Domingo de Cuaresma 2023

CIUDAD DEL VATICANO, ITALIA, 26 FEB. 2023 (ACI).- La Cuaresma de este año 2023 está conformada por cinco domingos. El primero es el 26 de febrero y el quinto y último, el 26 de marzo, siete días antes del Domingo de Ramos (2 de abril), inicio de la Semana Santa.

Esos cinco domingos no se presentan abruptamente. Han venido precedidos por el Miércoles de Ceniza y los días previos al inicio de la primera semana de Cuaresma. Dicho miércoles representa el inicio de los cuarenta días de preparación para la Pascua, y se debe guardar ayuno y abstinencia. Con eso, el Miércoles de Ceniza, gracias a su profundo simbolismo, suscita un “giro” en nuestro interior -un cambio de actitud- que implica una puesta en marcha de esfuerzos renovados de conversión.

Domingo a domingo

Cada domingo de Cuaresma posee un mensaje o contenido especial que la Iglesia ha determinado “pedagógicamente”; es decir, ni las lecturas ni la liturgia en general están dispuestas al azar. Todo lo contrario: los cinco domingos articulan un camino de preparación, un itinerario progresivo, una secuencia “formativa” a través de la cual el Espíritu Santo nos conduce para llegar lo mejor dispuestos a la Semana Santa.

Hay que tener en cuenta que así como no se puede correr una maratón sin trabajo físico y mental en las semanas previas, difícilmente sin algo de entrenamiento nuestro interior podrá contemplar con provecho los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Andar con esperanza

Este año, el Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma 2023, nos invita a volver sobre ese “camino” cuaresmal a través de los ojos de los apóstoles que acompañaron a Jesús al monte Tabor, donde aconteció la Transfiguración del Señor.

La Cuaresma puede ser entendida -siguiendo al Santo Padre- como un proceso ascensional, “cuesta arriba”, de ir subiendo hasta lo más alto conducidos por Jesús, y llegar a verlo en todo su esplendor, avizorando en Él la gloria que nos ha sido prometida.

Estas semanas de Cuaresma, en consecuencia, tienen que ser un “dejarse conducir”, un dejar atrás los pesos que el pecado deja acumulados en el alma -ahí radica la tarea del penitente-, y, por sobre todo, un mirar con esperanza la cumbre, que es el Cielo.

El Primer Domingo de Cuaresma 2023

Este 26 de febrero la Iglesia Católica celebra el I domingo de Cuaresma. La lectura del Evangelio corresponde a San Mateo (Mt 4, 1-11), que narra el episodio de las tentaciones en el desierto.

A continuación presentamos dicho pasaje y la homilía del Obispo de Santa María de los Ángeles (Chile), Mons. Felipe Bacarreza Rodríguez:

Lectura del Evangelio según San Mateo (Mt 4, 1-11):

En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: “Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. Jesús le respondió: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna”. Jesús le contestó: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”.

Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: “Te daré todo esto, si te postras y me adoras”. Pero Jesús le replicó: “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”.

Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle.

Homilía de Mons. Bacarreza

El Evangelio de este I Domingo de Cuaresma nos presenta el episodio de las tentaciones que sostuvo Jesús en el desierto.

El evangelista Lucas introduce el relato con estas palabras: “Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y era conducido por el Espíritu en el desierto, durante cuarenta días, tentado por el diablo”. Después de esta introducción sigue el detalle de las tentaciones. Todo el episodio de las tentaciones en el desierto va a quedar incluido entre dos claras menciones del Espíritu Santo. “Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno. Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región” (Lc 4,14). Nadie puede ser conducido por el Espíritu a una emboscada. Si Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto y allí fue tentado, eso ocurrió para un fin salvífico. En efecto, resistiendo la tentación y venciendo al diablo, Jesús reparó las caídas del hombre -de Adán y de Israel en el desierto- y así dio gloria a su Padre.

Para leer la homilía completa puede dar click en el siguiente enlace: https://www.aciprensa.com/homilias/homilia.php?id=677.