BRUSELAS, BÉLGICA, 25 FEB. 2023 (AP).- La Unión Europea acordó el sábado imponer nuevas sanciones a Rusia por su invasión de Ucrania dirigidas a más funcionarios y organizaciones acusadas de apoyar la guerra, difundir propaganda o suministrar drones, así como restringir el comercio de productos que podrían ser utilizados por Las fuerzas armadas.
La presidencia sueca de la UE dijo que las sanciones “están dirigidas a los responsables políticos y militares, las empresas que apoyan o trabajan dentro de la industria militar rusa y los comandantes del Grupo Wagner. Las transacciones con algunos de los bancos más grandes de Rusia también están prohibidas”.
Se congelaron los activos de otros tres bancos rusos y siete “entidades” iraníes (compañías, agencias, partidos políticos u otras organizaciones) que fabrican drones militares, que la UE sospecha que han sido utilizados por Rusia durante la guerra.
Las nuevas medidas, propuestas por el poder ejecutivo de la UE hace tres semanas, solo se adoptaron después de muchas disputas internas sobre su composición exacta y se hicieron públicas un día después del primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, la fecha prevista.
El retraso, que fue menor pero simbólicamente importante, es una prueba más de lo difícil que se ha vuelto para el bloque de 27 naciones identificar nuevos objetivos para medidas restrictivas que sean aceptables para todas las naciones miembros.
Las sanciones están destinadas a socavar la economía de Rusia y agotar los fondos para su esfuerzo bélico, pero también están infligiendo cada vez más dolor a las economías europeas que ya están afectadas por la alta inflación y los precios de la energía y que aún sufren los efectos de la pandemia de COVID-19.
Antes de esta última ronda de medidas, la UE ya había atacado a casi 1.400 funcionarios rusos, incluido el presidente Vladimir Putin, ministros del gobierno, legisladores y oligarcas que se creía leales al Kremlin, pero también a oficiales a los que se creía responsables de crímenes de guerra o de atacar infraestructura civil.
El bloque también había congelado los activos de más de 170 organizaciones, desde partidos políticos y grupos paramilitares hasta bancos, empresas privadas y medios de comunicación acusados de difundir propaganda a favor del Kremlin.
El sector energético de Rusia también se vio afectado, en particular el petróleo y el carbón, y el bloque, a través de sus propias medidas y decisiones políticas combinadas con las represalias de Moscú, abandonó rápidamente su dependencia del gas natural ruso.