19 dic. 2022.- En Montreal, Canadá, en el marco de cumbre de las ONU sobre Biodiversidad, COP15, la mayoría de los 196 países asistentes llegaron a un acuerdo, catalogado como histórico por las partes, donde se comprometen a proteger de aquí a 2030 la biodiversidad del 30% los océanos y la tierra del planeta. Además, lograron llegar a un pacto de financiación de 200.000 millones de dólares.
Los negociadores asistentes a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, COP15, alcanzaron un acuerdo sin precedentes para proteger el 30% de la tierra y los océanos del mundo de aquí a 2030, un pacto conocido como 30 por 30.
En la actualidad, están protegidas el 17% de las zonas terrestres y el 10% de las marinas.
El compromiso al que se llegó es el de actuar en tierra y mar para que la pérdida de zonas de gran importancia para la biodiversidad, incluidos los ecosistemas de alta integridad ecológica, sea lo más cercano a cero para 2030. Además, busca el respeto de los derechos de pueblos indígenas y comunidades locales.
Los representantes indígenas reunidos en la cumbre mencionaron que esto podría resultar crucial para protegerlos de los efectos de las industrias extractivas y los esfuerzos de conservación que históricamente las han expulsado de sus tierras tradicionales.
La representante del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, FIIB, Viviana Figueroa, dijo que “hora reconocen que los pueblos indígenas también pueden contribuir a la conservación de la biodiversidad”, y que para ellos “es como un cambio de paradigma. Están reconociendo este importante papel que era invisible”.
Las partes se comprometieron para 2030 a reducir a la mitad el exceso de nutrientes y el riesgo para el planeta de los pesticidas y los productos químicos altamente peligrosos.
En otro punto, se busca prevenir la llegada de especies exóticas e invasoras a las diferentes zonas geográficas. Además, reducir a la mitad el desperdicio alimentario, así como, rebajar significativamente el consumo excesivo y la generación de residuos.
El acuerdo también pide recaudar 200.000 millones de dólares para 2030 destinados a la biodiversidad procedentes de diversas fuentes y trabajar para eliminar gradualmente o reformar las subvenciones que podrían aportar otros 500.000 millones de dólares a la naturaleza.
“Tenemos en nuestras manos un paquete que creo que puede guiarnos en nuestro trabajo conjunto para detener e invertir la pérdida de biodiversidad y ponerla en la senda de la recuperación en beneficio de todos los pueblos del mundo”, dijo el ministro chino de Medio Ambiente, Huang Runqiu, y agregó “Podemos estar verdaderamente orgullosos”.
El paquete de financiación incluye aumentar el dinero que se destina a los países pobres en unos 20.000 millones de dólares anuales para 2025. Cifra que sería de 30.000 millones de dólares para 2030.
Para Steven Guilbeault, ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, país anfitrión de la COP 25, muchos querían “más cosas en el texto y más ambición”, pero que lograron “un paquete ambicioso”, y agregó que “Tenemos 30 para 30. Hace seis meses, ¿quién habría pensado que podríamos llegar a 30 para 30 en Montreal? Tenemos un acuerdo para detener e invertir la pérdida de biodiversidad, para trabajar en la restauración, para reducir el uso de pesticidas. Es un progreso tremendo”.
Otro de los asistentes, Christophe Béchu, ministro francés de Transición Ecológica lo calificó de “acuerdo histórico” y mencionó que, “no es un acuerdo pequeño. Es un acuerdo con objetivos muy precisos y cuantificados sobre pesticidas, sobre reducción de la pérdida de especies, sobre eliminación de malas subvenciones” y sostuvo que duplicaron hasta 2025 y triplicaron hasta 2030 la financiación para la biodiversidad.
La mayoría de los enviados de los países coincidieron en que la protección de la biodiversidad tiene que ser una prioridad. Muchos compararon esos esfuerzos con las conversaciones sobre el clima que concluyeron el mes pasado en Egipto.
En un informe de 2019 se estimaba que un millón de especies de plantas y animales se enfrentan a la extinción en décadas, un ritmo de pérdida 1.000 veces superior al previsto, debido al cambio climático, unido a la pérdida de hábitats, la contaminación y el desarrollo.
Según ese informe los seres humanos utilizamos unas 50.000 especies silvestres de forma rutinaria, donde 1 de cada 5 personas de los 8.000 millones de habitantes del planeta depende de esas especies para alimentarse y obtener ingresos.
Polémicas para llegar al acuerdo
La financiación ha sido uno de los temas más polémicos. Delegados de 70 países africanos, sudamericanos y asiáticos abandonaron las negociaciones el miércoles y volvieron varias horas después.
Uno de los negociadores de Namibia, Pierre du Plessis, dijo que “todos los elementos están ahí para un equilibrio de descontento, que es el secreto para lograr un acuerdo en los órganos de la ONU”, y que “todo el mundo consiguió un poco de lo que quería, no necesariamente todo lo que quería”.
Brasil, el país con la economía más grande de Latinoamérica, tomó la vocería y dijo en un comunicado que debería establecerse un nuevo mecanismo de financiación dedicado a la biodiversidad y que los países desarrollados proporcionaran 100.000 millones de dólares anuales en subvenciones financieras a las economías emergentes hasta 2030.
El tema de la financiación fue de los últimos en surgir en la COP15 y fue el que casi hace descarrilar el acuerdo. Varios países africanos retrasaron el acuerdo final durante casi nueve horas, ya que buscaban la creación de un fondo para la biodiversidad, pero aceptaron que se creara uno en el marco del ya existente Fondo para el Medio Ambiente Mundial o FMAM.
El ministro francés, Béchu, afirmó que “crear un fondo en el marco del FMAM es la mejor manera de obtener algo inmediato y eficaz” y añadió que crear uno completamente nuevo habría tardado varios años en establecerse y privado a los países en desarrollo de dinero inmediato para la biodiversidad.
Entre los países que se opusieron está Congo, quien se levantó de la mesa, y se unieron Camerún y Uganda. Aunque no hubo oposición formal por lo que no se tuvieron en cuenta sus argumentos que pretendían la creación del fondo especial para los países en desarrollo.
Preocupaciones de grupos ecologistas
Para la la Wildlife Conservation Society y otros grupos ecologistas les preocupa que el acuerdo aplace hasta 2050 el objetivo de evitar la extinción de especies, mantener la diversidad genética de las poblaciones y preservar la integridad de los ecosistemas Les preocupa que ese plazo no sea tan ambicioso.
Para el director de Política Global, Instituciones y Financiación de la Conservación de The Nature Conservancy, Andrew Deutz, “el nuevo texto es una mezcla de cosas. Contiene algunas señales fuertes sobre financiación y biodiversidad, pero no avanza más allá de los objetivos de hace 10 años en cuanto a abordar los motores de la pérdida de biodiversidad en sectores productivos como la agricultura, la pesca y las infraestructuras, por lo que aún corre el riesgo de ser totalmente transformador.”
France24, con AP, EFE y Reuters