Por Manuela Cano
17 dic. 2022.- El estadio Lusail de Qatar será el escenario de la esperada final entre Argentina y Francia este domingo. Se espera un partido de alto nivel futbolístico en el que probablemente Lionel Messi diga adiós a sus participaciones mundialistas. El enfrentamiento se erige como una revancha para los argentinos después de su derrota contra Francia en los octavos de Rusia 2018. Para los galos es una oportunidad de lograr dos campeonatos consecutivos, una hazaña solo conseguida por Italia y Brasil.
Mucho se había especulado sobre los contendores al trofeo más esperado del fútbol mundial. Entre los aficionados del deporte muchos eran los escenarios. Un épico encuentro entre la Argentina de Lionel Messi contra la Portugal de Cristiano Ronaldo. O un duelo de carácter geopolítico y reivindicativo entre la albiceleste e Inglaterra.
Pero las cartas ya están lanzadas en Qatar: Argentina se enfrentará a la actual campeona del mundo, Francia. Una final soñada por los fanáticos, sobre todo, por el enorme atractivo futbolístico que el encuentro promete.
El estadio Lusail, en la costa norte qatarí, será el escenario de un duelo que sabe a revancha. En la mente de los argentinos, aquel partido de octavos de final en Rusia 2018 en el que cayeron derrotados 4-3 por los galos.
Dos escuadras lideradas por los mismos protagonistas, Lionel Messi y Kylian Mbappé. Pero con un reparto con nuevos nombres que han modificado la actuación de ambas escuadras.
El partido de fútbol más esperado del año se jugará a las 6 de la tarde (hora local), momento en el que los dos equipos lucharán por agregarle la tercera estrella a su escudo.
‘El todo o nada’ de Lio Messi
Es la fantasía de una enorme mayoría de los seguidores del fútbol mundial: ver al ‘10’ argentino levantar la Copa del Mundo. El desenlace más ansiado de un brillante capítulo de la historia del fútbol que Messi ha trazado en los últimos 15 años.
El propio capitán argentino lo ha descrito como su mayor “sueño”. Y es que cuando Messi juega con su selección pareciera que sus logros individuales carecieran de importancia.
Ni sus siete balones de oro, ni sus seis botas de oro, ni sus récords como goleador y asistente; nada parece obsesionarlo más que llevar el trofeo del Mundial a su tierra natal.
Con 35 años, Messi busca revertir el agrio final de Brasil 2014, en donde un gol de Alemania en la prórroga lo alejó de consagrarse campeón mundial.
Pero esta vez el camino mundialista ha sido muy diferente. El ’10’ se nota cómodo, confiado y sonriente. Messi parece divertirse con la pelota, juega desatado y parece bailar con el balón.
Emocionó con un golazo desde afuera del área contra México cuando la albiceleste tenía problemas de adelantarse en el marcador. Sorprendió con una asombrosa asistencia de caño, casi sin mirar, para la anotación de Julián Álvarez contra Países Bajos. Fascinó al mundo del fútbol con un desborde a toda velocidad que derivó en el pase que sentenció el partido de semifinales contra Croacia.
Todas estas acciones individuales se suman a su clave rol de líder, dentro y fuera de la cancha. En Qatar Messi ha mostrado su cara regateadora de sus inicios en el fútbol, su rol de asistente cada vez más marcado en los últimos años, su capacidad goleadora y ahora, su nueva versión como capitán. Un jugador fuerte y decidido, abstraído de las críticas.
Lionel Messi llega a la final del Mundial con cinco goles y dos asistencias. © Molly Darlington / Reuters
Cinco goles, tres asistencias y, más allá de los números, el espectáculo que ha dado Messi en territorio qatarí avivan las esperanzas de los argentinos de llevarse su tercera Copa Mundial.
La brillante juventud de Mbappé
Este domingo Kylian Mbappé podría lograr una hazaña mayúscula: conseguir dos mundiales con tan solo 23 años. Un hito que solo ha logrado el astro del fútbol ‘Pelé’ que llevaba a Brasil el segundo trofeo del máximo torneo del fútbol con tan solo 21 años.
El ‘10’ del conjunto galo ya había sido clave para que su equipo pudiera consagrarse como campeón en Rusia 2018. La joven figura marcó cuatro goles, dos de ellos en la final contra Croacia.
En Qatar, Mbappé ha mostrado su jerarquía futbolística marcando otros cinco y liderando la lista de los máximos anotadores junto con Messi. También ha dado dos asistencias.
Kylian Mbappé ya ha anotado cinco goles en el Mundial de Qatar 2022. © Hannah Mckay / Reuters
Aún siendo uno de los más jóvenes de la escuadra, Mbappé lidera el juego francés. Cada vez que se hace con el balón pone a tambalear a las defensas rivales con su potencia y desborde.
Pero su rol en el equipo va mucho más allá. Inglaterra fue quizás el único equipo capaz de contenerlo. Cada vez que controlaba el balón se topaba con marcas que buscaban cortar el juego del francés. Una estrategia que acabó por abrir espacios en la defensa de ‘Los tres leones’ y que pudo ser aprovechada por otros jugadores galos.
Mbappé en 2022 se muestra polivalente. Aparece cuando su equipo lo necesita, anotó dos contra Dinamarca y dos más contra Polonia, una actuación excepcional en la que también asistió. El ‘10’ genera juego, marca ritmos y así va rompiendo todos los récords mundialistas que se le ponen en el camino.
Otro duelo se disputa en los arcos
El esperado encuentro entre Messi y Mbappé, comandando la delantera, deja otro duelo en segundo plano, pero sin restarle importancia. Los porteros de ambos equipos ‘Dibu’ Martínez y Hugo Lloris han sido claves para el recorrido mundialista de sus selecciones. Sus estilos y su rol dentro del equipo son enormemente dispares.
El arquero de la ‘Albiceleste’, ‘Dibu’ Martínez se roba los reflectores y las cámaras, especialmente cuando se trata de atajar penaltis.
Con el ‘23’ en el dorsal, Martínez brilló en la tanda de penaltis contra Países Bajos frustrando el grito de gol de dos de los jugadores dirigidos por Louis Van Gaal.
El portero fue considerado como uno de los héroes de los cuartos de final y tras el partido aseguró que le había dicho al plantel que atajaría la mayor cantidad de disparos posibles de llegar a dicha instancia.
Es esa seguridad y confianza que se ha abierto el portero en el equipo de Scaloni que no han hecho tambalear su titularidad. Martínez es excéntrico y decidido. Asegura que lleva la bandera argentina en su cabeza tras perder una apuesta y muchos lo tildan de “loco” con cariño porque, aseguran, disfruta de la tanda de penaltis, ese punto al que ningún jugador quiere llegar.
Pero en los 90 minutos y las prórrogas la figura del portero argentino no brilla tanto como en los penaltis. Martínez ha concedido cinco goles en contra, una media de 0.83 por partido. A pesar de que los números en su club eran alentadores, había sido uno de los porteros más goleados de la Premier League, el ‘Dibu’ buscará ayudar a “sus muchachos” en su primera final mundialista.
Al otro lado del campo estará Hugo Lloris. Un guardameta experimentado y un líder consolidado en la escuadra gala. El capitán se convirtió en el jugador con más partidos en la selección francesa con 144 partidos e igualó a Manuel Neuer como el portero con más encuentros mundialistas, con 19.
El portero francés ha aparecido cada vez que los partidos se lo han demandado. Tuvo una enorme actuación frente a Inglaterra, encuentro en el que el balón solo se pudo irse dentro de la red desde el punto penalti.
Lloris llegará a su segunda final mundialista, otro hito en su carrera custodiando el arco galo que comenzó en 2010. En Qatar el portero ha recibido cuatro goles en contra y ha atajado diez balones, una media de dos por partido.
Argentina, luchadora y consolidada
La Argentina de este Qatar 2022 no se puede explicar sin aquel triunfo en el Maracaná en 2021. Los dirigidos por Scaloni se llevaban la Copa América ante Brasil, como local. Un triunfo que fue como un desahogo para muchos de los jugadores más antiguos del plantel. Y abría la ilusión de los más jóvenes.
Al mismo tiempo, despejaba las dudas sobre la corta edad de algunos jugadores argentinos y del propio técnico, Lionel Scaloni. Con 40 años el exjugador se convertía en el entrenador “interino” tras el despido de Jorge Sampaoli después de la participación argentina en el Mundial de Rusia 2018.
Scaloni sorprendía con una nómina de jugadores poco conocidos y apostándole a una renovación de la escuadra. Unas decisiones duramente criticadas en Argentina pero que se fueron diluyendo con el gran rendimiento del equipo.
La ‘Albiceleste’ pasaba de segunda en la clasificación suramericana y llegaba a Qatar con un invicto de 36 partidos. Hacía ilusionar a un país entero.
Las alarmas se encendían, sin embargo, por el ‘batacazo’ que Arabia Saudita daba en el estreno argentino en el Mundial, venciéndolos 2-1. Una derrota que abría el interrogante de cómo reaccionaría una selección “acostumbrada” a ganar.
La respuesta Argentina fue mostrar su jerarquía y el empuje de un equipo cada vez más consolidado. Ante México, Scaloni comenzó a mover las fichas adaptando el equipo ante la ausencia de Giovanni Lo Celso y la falta de gol de Lautaro Martínez.
Y ante Polonia la ‘Albiceleste’ encontró un juego fluido y contundente con la entrada en la titularidad de Enzo Fernández y Julián Álvarez quien le dio gol a la selección. Dos jóvenes jugadores que habían compartido vestuarios en el equipo argentino River Plate y que ahora hacen parte esencial del engranaje albiceleste.
Julián Álvarez, con solo 22 años, ha anotado cuatro goles en este Mundial. © Carl Recine/ Reuters
Argentina dejó en el camino a Australia en un partido enredado en el que Messi encontró los espacios para darle la delantera a su equipo y luego en un juego sufrido y tensionante contra Países Bajos.
Los latinoamericanos mostraron su mejor cara contra Croacia, venciendo a los balcánicos por 3-0.
Francia, estratégica y convencida
Los galos también fueron disipando dudas a medida que avanzaba el calendario mundialista. Francia llegaba a Qatar con importantes bajas en su plantel. Nombres como Kanté o Pogba, cruciales para que Francia se consagrara como campeona en 2018, quedaron fuera de la convocatoria por lesiones.
Además, la ilusión de muchos franceses de ver al actual ganador del Balón de Oro en el terreno de juego se diluyó días antes de que sonara el pitazo inicial en el estadio Al-Bayt. Karim Benzema se quedaba sin jugar otro mundial, esta vez por razones médicas.
Las bajas y la conocida como la “maldición del campeón”, que había acompañado a Italia, España y Alemania, campeonas del mundo que en el siguiente torneo se quedaron fuera en fase de grupos; sembraba ciertas dudas sobre el rendimiento francés.
Pero los galos no decepcionaron. El técnico, Didier Deschamps reforzó el centro del campo con Aurélien Tchouaméni, de gran actuación mundialista, y el ataque se consolidó con un Giroud que se encontró con el gol del que había carecido hace cuatro años.
Un trabajador silencioso ha impulsado la gran campaña francesa. ‘El Principito’, Antoine Griezmann, ha disputado un torneo para enmarcar. El ‘7’ parece abarcar todo el campo y ha cumplido la función que su equipo ha necesitado en cada partido.
Griezmann es uno de los principales asistentes de este Mundial de Qatar 2022. © Carl Recine/ Reuters
Francia juega como una campeona. Mostró su carácter estratégico contra Marruecos, anotando un gol a principios del partido y ganando el encuentro sin mucho desgaste con un enorme planteamiento defensivo.
Ante Inglaterra jugó tan bien con el balón que sin el mismo. Entiende lo que requiere cada momento de sus encuentros y confía en su planteamiento futbolístico. Remonta marcadores, mantiene resultados a su favor y se nota tranquila, aún dentro del tenso contexto mundialista.
Francia busca el bicampeonato tras quedarse con el trofeo de Rusia 2018. © Dylan Martinez / Reuters
Didier Deschamps, que asumió el cargo en julio de 2012, ha sabido hacerle frente a la adversidad y formar una escuadra que está a solo un paso de convertirse en bicampeona de manera consecutiva, una hazaña que hasta ahora solo ha logrado Italia y Brasil.
Las posibles bajas aquejan a la escuadra francesa
Si Francia ya ha vuelto costumbre hacerle frente a los contratiempos, la final no está exenta de noticias alarmantes. Cinco de los futbolistas galos contrajeron el denominado como “virus del camello”. Se trata de un síndrome respiratorio de Medio Oriente detectado por primera vez en Arabia Saudita
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la enfermedad se transmite por contacto directo o indirecto con los camellos que portan el virus. Y también lo hace entre personas.
Rabiot, Upamecano, Coman, Varane y Konaté son los futbolistas que han presentado síntomas y que están en duda para enfrentar a Argentina el domingo.
La euforia argentina, de Buenos Aires a Qatar, y el ‘boicot’ francés
Argentina se sintió local en cada uno de los partidos que disputó en la Copa del Mundo. La hinchada se hizo sentir con sus cantos que ya son tendencia a nivel mundial.
Y todo parece indicar que la final no será la excepción. Múltiples medios locales han informado que se espera que unos 50.000 compatriotas ingresen al estadio Lusail. Más del 55% del imponente estadio estaría ocupado por la hinchada albiceleste.
Pero la euforia no solo se ha tomado Qatar. La fiebre del fútbol en Argentina se ha exacerbado (aún más) con el paso de su selección a la final.
Buenos Aires y Rosario, entre muchas otras ciudades del país, se tiñeron de azul celeste.
Multitudes de personas se reunieron en el obelisco de la capital y recorrieron las calles rosarinas, tierra natal de Lionel Messi.
El ruido y la motivación argentina contrastan con la poca fanaticada francesa que ha hecho presencia en Qatar. Muestra de ello fueron los asientos vacíos en el partido de Francia contra Inglaterra, o la mayoría marroquí en el encuentro contra los galos.
Para muchos, la ausencia se explica por el intento de ‘boicot’ de muchos países europeos al Mundial. Las denuncias de violación contra los derechos humanos, las prohibiciones para la comunidad LGTBIQ+, entre otros, habrían influido en la decisión de los franceses de seguir a su selección a territorio qatarí.
France24