Por Salvador Di Stefano
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 27 abr. 2022.- La suba del dólar blue no parece que pueda sostenerse en los próximos 90 días. Un aluvión de vencimientos impositivos, el Estado que se convierte en una aspiradora de fondos y altas tasas de interés, lo mantendrán planchado. Hay que comprar cuando la brecha está cerca del 70% y vender con brecha por encima del 100%.
El dólar blue volvió a ser noticia, llegó a $ 211 y, en lo que va del año 2022, cayó el 0,9% mientras que, en los últimos 12 meses, subió el 37,0%.
El dólar oficial podría terminar el mes de abril en $ 115,30, en lo que va del año 2022 subió el 12,2%, y, en los últimos 12 meses, subió el 23,2%.
La inflación, estimando un 5,5% en abril, estaría subiendo, en lo que va del año, 22,5% y, en los últimos 12 meses, subiría el 57,2%.
La tasa de plazo fijo para personas humanas hasta $ 10 millones de pesos está en el 46% anual y si tomamos la tasa efectiva anual alcanzamos el 57,07%.
La noticia debería ser que la inflación es muy elevada e impacta negativamente en el mercado interno y externo. El producto estrella sería el plazo fijo ajustado por inflación pre cancelable a 90 días, que paga inflación más 1% adicional.
La narrativa cotidiana está centrada en la probable evolución del dólar blue, así se derraman litros de tinta presagiando el apocalipsis, que probablemente no llegue nunca, sin embargo, luce posible que estemos transitando el ocaso de un gobierno muy débil en lo político y altamente equivocado en lo económico.
La primera mirada para ver si el dólar blue está a punto de volar a la suba está centrada en la relación Pasivos Monetarios versus Reservas, esta ecuación nos da como resultado un dólar de equilibrio en $ 202, que no luce elevado en función de los precios actuales. Los observadores académicos descreen de esta medición, sin embargo, si correlacionamos esta relación con la evolución de los dólares alternativos observaremos que van por caminos muy similares.
Para que suba el dólar blue es necesario que los mercados estén líquidos, algo que no sucede en la actualidad, en lo que va del año el Banco Central solo emitió $ 122.000 millones y en lo inmediato no creemos que emitan pesos.
El gobierno ha tomado la decisión de financiarse más agresivamente en el mercado de capitales. En el mes de enero tenía vencimientos de deuda por $298.000 millones y colocó deuda por 437.500 millones. En el mes de febrero tenía vencimientos por $ 336.000 millones y colocó deuda por $ 520.470 millones. En el mes de marzo tenía vencimientos por 637.617 millones y colocó deuda por $ 954.850 millones. En los primeros 3 meses del año la tesorería aumentó el financiamiento en el mercado en la suma de $ 641.153 millones. La absorción de esta masa de fondos dejó con escasa liquidez al sistema.
En los primeros 3 meses del año los préstamos del sistema financiero al sector privado aumentaron en $ 388.817 millones, que es un 60% del dinero que absorbió el Estado. Así es difícil que la economía crezca.
La tasa de política monetaria pasó del 38% al 47% anual, los depósitos a plazo fijo aumentaron del 37% al 46% anual, esto tuvo su correlato en las tasas de préstamos a las empresas. Aumentaron la tasa para financiarse con tarjetas de 3 a 24 meses.
El trimestre que tenemos por delante es de alta iliquidez, en el mes de mayo las empresas deberán afrontar los aumentos paritarios y además las que cierran ejercicio en el mes de diciembre (41% de las sociedades) deben pagar ganancias. En el mes de junio, las empresas que pagaron ganancias en mayo deben hacer frente al pago de anticipo de ganancias del ejercicio en curso que resulta un 25% de lo pagado en el año 2022, a esto hay que sumarle el pago de ganancias y bienes personales de las personas humanas. Por si todo esto fuera poco en el mes de julio hay que pagar el aguinaldo, que vendrá mucho más elevado por los aumentos paritarios otorgados.
Conclusión
El trimestre mayo, junio y julio viene plagado de vencimientos impositivos, lo que dejará con poca liquidez a las empresas.
El tesoro nacional está financiándose a través del mercado, lo que deja como resultado menos crédito y más tasa de interés al sector privado.
El sector agropecuario (estacionalmente) está exportando buena parte de su cosecha, lo que nos deja un fuerte ingreso de dólares a las arcas del Banco Central. Si bien en los primeros 4 meses del año ha comprado solo U$S 104 millones, esperamos que para los meses de mayo y junio veamos una sustancial mejora.
Los altos niveles de inflación no se detendrán, lo que dejará al mercado más seco de pesos, ya que muchas empresas deberán resignar rentabilidades para poder mantener porciones de mercado.
El dólar blue podría estar subiendo en esta coyuntura por la desconfianza en el gobierno, pero para sostener una suba es necesario que haya liquidez. Sin liquidez y desconfianza, los dólares alternativos no suben. Con poca confianza y alta liquidez (gran emisión de pesos) los dólares alternativos vuelan, el dólar blue valía $78,50 cuando asumió Alberto Fernández y el 31 de diciembre de 2021 cotizó a $213. Desde enero de 2022 a la fecha la desconfianza creció, pero no aumentó la liquidez y el dólar blue bajó a $ 211.
Para los que no les gustan las cifras en dólar blue, el dólar Bolsa o MEP al 31 de diciembre de 2019 valía $ 72,43, y al 31 de diciembre de 2021 valía $ 197,80, en la actualidad cotiza en $ 210,0, con una correlación muy parecida al dólar blue.
Es probable que los dólares alternativos comiencen a tener una suba de precios muy importante desde el mes de agosto en adelante, cuando termine de liquidarse el grueso de la cosecha de soja y maíz, las empresas se adecuen al nuevo nivel de liquidez y el Banco Central vuelva a emitir para financiarse.
Los dólares alternativos se compran cuando la brecha llega al 70% y se venden cuando supera el 100%, la regla no falla, en el medio acopiar no está nada mal, si pensamos que a fin de año con un clima político y económico más tenso la brecha podría subir a niveles del 120%.
En el corto plazo la alta presión tributaria, poca venta, altos gastos de estructura en las empresas, un Estado que es una aspiradora de pesos en la economía y muy poca emisión, hacen difícil ver un rally alcista del dólar blue o bolsa.