La Gestapo, la policía secreta creada para aplastar toda oposición a Hitler

La Gestapo fue creada el 26 de abril de 1933 por el nazi Hermann Göring, fiel amigo de Hitler y llego a controlar a cientos de millones de europeos.

Solo con pronunciar la palabra Gestapo, ya da miedo. Y precisamente esa fue su mejor y más efectiva arma, el terror que infundía. La creó el 26 de abril de 1933 aquel nazi orondo llamado Hermann Göring, fiel amigote de Hitler. Por eso cuando Hitler llegó a canciller lo nombró ministro del interior de Prusia, que el estado más grande de la república. Lo primero que hace es crear un cuerpo de policía secreta, la Gestapo. El objetivo era utilizar esa policía para aplastar a la oposición a Hitler.

El imperio alemán estaba formado por pequeños estados que se unieron, cada uno de esos estados traía sus propias y variadas policías, pero en los años 20 y 30 empiezan a surgir nuevos cuerpos de policía al servicio, de Hitler. Fue cuando nacieron las SA, las SS, que se encargaban de proteger directamente a Hitler y sus alrededores y las SD, que era el servicio de inteligencia de la SS. En el año 1933 todos los cuerpos de policía estaban ya al servicio de los nazis.

Himmler se hace con el control de la Gestapo y todas las demás bajo el mismo mando. Eso ocurre en el 36. Ese año es cuando una ley fija los objetivos de la Gestapo: “Investigar y combatir cualquier atisbo de actividad que entrañe un peligro para el Estado”. El problema… Los nazis eran el estado. La Gestapo además estaba por encima de la Justicia. Tenían tal impunidad que se inventaron una cosa muy bonita que llamaban la “detención preventiva”. O sea, que te detengo por si acaso.

En los siguientes años, durante la Segunda Guerrra Mundial, la Gestapo se fue extendiendo rápidamente por toda Europa. En el momento de máxima expansión de la Gestapo, cuando se supone que controlaba a cientos de millones de europeos, en realidad solo había 32.000 efectivos, supieron crear tal clima de terror que todo el mundo daba por hecho que eran cientos de miles. Lo que sí tenía la Gestapo era una impresionante red de colaboradores. No sólo fue la guardiana del régimen nazi, la Gestapo fue la policía opresora de toda una sociedad, la misma sociedad que aupó a Hitler al poder a través de las urnas.