Se negaron a declarar los policías acusados por el homicidio de un joven en La Matanza

Se trata de los efectivos Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, quienes fueron imputados por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Lucas Nahuel Verón, de 18 años, fue asesinado de un balazo tras una persecución el día de su cumpleaños.

LA MATANZA, BUENOS AIRES, 11 JUL 2020 – Los dos policías acusados por el homicidio de Lucas Nahuel Verón, el joven de 18 años que en su cumpleaños fue asesinado de un balazo tras una persecución en la localidad bonaerense de González Catán, partido de La Matanza, se negaron a declarar y seguirán detenidos, informaron fuente judiciales.

Se trata de los efectivos Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, quienes fueron imputados por el fiscal Juan Pablo Tahtagian por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

Fuentes judiciales informaron a Télam que ambos policías mantuvieron una entrevista con el defensor oficial y prefirieron abstenerse de declarar hasta que sean representados por un abogado particular.

Tras la audiencia, el fiscal Tahtagian dispuso la conversión de la aprehensión en detención a la jueza de garantías 1 de La Matanza, Mary Castillo.

Según las fuentes, el funcionario judicial ordenó una serie de peritajes a las armas secuestradas a los efectivos para determinar desde cual fue que partió el disparo que mató a Verón.

Además, el fiscal aguardaba el resultado de la autopsia que se iba a realizar esta tarde en la morgue de Lomas de Zamora.

En tanto, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) aseguró en un comunicado que se trató de un caso de “gatillo fácil” ya que “oficiales de la bonaerense persiguieron y fusilaron a Lucas en Villa Scaso, La Matanza”.

“Lucas Nahuel Verón, que estaba cumpliendo 18 años, fue con un amigo al maxikiosco del barrio en Villa Scaso, La Matanza, a comprar gaseosas. Cuando regresaban en moto un patrullero comenzó a perseguirlos y dispararles. Una bala atravesó el pecho de Lucas y lo mató. Luego de protagonizar este caso de gatillo fácil, el móvil policial huyó del lugar”, señaló el organismo.

El crimen

El crimen se registró en la madrugada del viernes, alrededor de la 1.30, cuando la víctima iba a bordo de una moto junto a un amigo.

La investigación comenzó cuando el joven fue trasladado por sus familiares al hospital Simplemente Evita de González Catán tras haber recibido un disparo de arma de fuego.

Verón fue atendido por los médicos, pero murió como consecuencia de las lesiones sufridas, tras lo cual comenzó a investigar personal de la comisaría de la zona bajo las instrucciones del fiscal Tahtagian.

En principio, los investigadores determinaron que el joven volvía con un amigo de 17 años en una moto y por razones que todavía no fueron dilucidadas comenzaron a ser perseguidos por un móvil del Comando de Patrullas en el que iba una pareja de policías.

“El menor de edad que acompañaba a Lucas en la moto recibió presiones y amenazas policiales para que declare que venían de robar. Luego del pedido de la CPM para que se aparte de manera urgente a la fuerza de la causa, se trasladó a los testigos y al joven a la fiscalía donde declararon sin la presencia de los efectivos. Allí describieron de manera precisa el asesinato policial”, afirmó el organismo de derechos humanos.

Según las fuentes, el patrullero impactó por detrás al rodado en el que iban los jóvenes, quienes cayeron al piso y comenzaron a correr en dirección a su casa ubicada a una cuadra y media.

Aparentemente, Benítez, que iba manejando, descendió del vehículo y efectuó entre dos y tres disparos con su arma reglamentaria, uno de los cuales impactó en Verón, añadieron las fuentes.

De acuerdo a los voceros, el joven continuó corriendo pero a unos 20 metros cayó al piso gravemente herido, por lo que su amigo fue a avisarle a la familia de la víctima que vive a una cuadra y media del lugar.

En tanto, los policías en vez de quedarse a preservar la zona se fueron del lugar y no avisaron de la situación a sus superiores.

La investigación

El fiscal Tahtagian dispuso el relevamiento de las cámaras de los comercios e identificó al móvil involucrado y ordenó la aprehensión de los uniformados.

Además, Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires desafectó a los policías y les retiró el permiso de uso de uniforme, placa y armas (que ya estaban a disposición de la Justicia).

Los investigadores procuraban determinar por qué comenzó la persecución y los motivos por los cuales el personal policial no denunció el hecho. (Télam)