TRES DE FEBRERO, LOMA HERMOSA, BUENOS AIRES, 7 JUL 2020 (Mi Periódico) – Así se veía hoy la calles Santiago del Estero, entre Guatemala y Hugo del Carril, inundada de desperdicios ilegales de todo tipo que provocan riesgos para la salud y seguridad de la población en plena emergencia sanitaria.
En el lugar los infractores vuelcan los desperdicios frente a las cámaras de seguridad de la municipalidad local, sin temor a sufrir las consecuencias.
La basura permanecen durante varios días en el lugar sin ser retirada por la municipalidad, y de esa manera el sector se convierte en un microbasural.
Ya no alcanza con levantar la basura que se arroja ilegalmente en las calles. Porque sin campaña de concientización, y mientras arrojar desperdicios no genere consecuencias para los infractores cada día tendremos más y más basura ilegal en los barrios.
La basura es un negocio. Hay infractores que se dedican a retirar residuos de un lugar a cambio de dinero, y arrojarlos en otro.
Incluso, en Tres de Febrero, como no hay riesgo de ser infraccionado por las autoridades municipales, los contraventores llegan desde otros municipios a arrojar residuos ilegales.
Sin duda, se necesita una política de estado dirigir a resolver el problema de los microbasurales y frena el deterioro de los barrios.
Millones de pesos en gastos de horas extras pagados por la municipalidad a la empresa recolectora de residuos, se podrían ahorrar y ser destinados a educación, salud, seguridad, y a la atención de adultos mayores.
Sin embargo, por ahora, en Tres de Febrero, en donde parece que vivimos en una sociedad anómica, los buenos vecinos siguen atrapados entre el desinterés municipal por promover la erradicación de microbasurales y hacer cumplir la ley, y los malos vecinos que incumplen las normas de manera voluntaria sin temor a sufrir las consecuencias.