Crece la preocupación en Pekín
PEKIN, 28 ENE 2020 – El “demonio” del coronavirus, como lo rebautizó el presidente chino, Xi Jinping, elevó a 106 el número de muertos en China, mientras los contagios se reduplicaron en 24 horas, obligando a las autoridades de Pekín a cerrar escuelas y universidades sin un plazo estipulado.
En este clima de creciente preocupación, otros países están preparando la repatriación de los compatriotas, pero aún con tiempos y formas poco claros.
Casi un mes después del comienzo de la epidemia, China está cada vez más aislada del resto del mundo.
Porque, además de la cuarentena ya establecida para decenas de millones de personas, alrededor del epicentro de Wuhan, el gobierno ha aconsejado a todos los ciudadanos que eviten viajar al extranjero, para garantizar su “salud y seguridad”, pero también la de los extranjeros.
Hong Kong ha bloqueado los trenes y los transbordadores hacia el continente, y Estados Unidos está considerando restricciones en los viajes hacia y desde China, mientras Londres ha desaconsejado “todos los viajes innecesarios” en el país.
Ahora hay más de 4.500 personas infectadas y la tasa de propagación -cada enfermo puede contagiar otros 2,6-, tiene niveles similares a los de otras epidemias importantes, como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) y la gripe de 2009, según estimaciones de investigadores británicos que colaboran con la OMS. Y aún se necesita aclarar los casos de infectados incluso sin síntomas.
Entre todos estos rompecabezas, los investigadores están ocupados en realizar una vacuna.
Los estadounidenses también se han involucrado, con la advertencia de que será un “proceso largo e incierto”.
Mientras tanto, los chinos han seleccionado 30 drogas existentes para probar.
La OMS, después de elevar el nivel global de alerta, invitó a la comunidad internacional a la “calma”, además de celebrar los esfuerzos realizados por el gobierno chino.
De hecho, el número de contagios en otros países sigue siendo relativamente pequeño en comparación con los registrados en China: alrededor de 50, en 8 en países de Asia, Canadá, Estados Unidos, Australia, Japón, Francia y Alemania.
Pero el caso alemán, el primero en el país, alimenta las preocupaciones sobre la resistencia del virus a largas distancias. Porque se trata del primer contagio de persona a persona en suelo europeo, el tercero fuera de China, además de los registrados en Vietnam y Japón.
El alemán de 33 años que se enfermó es un empleado de una compañía de automóviles en Baviera, en contacto con un colega que regresó de China y que tampoco presentaba síntomas de coronavirus.
En Francia, además, también se señaló un nuevo caso, el cuarto: un turista chino mayor de Hubei, en estado grave.
En esta etapa de emergencia, varios países se están preparando para que regresen compatriotas, pero en este momento parece que todos proceden por su cuenta.
Estados Unidos, en sus planes, ya debería haber repatriado a mil estadounidenses de Wuhan, y también Japón está listo desde hace días, pero nadie ha abandonado China por el momento.
En cuanto a la Unión Europea, se activó el mecanismo de protección civil y cofinanciará el transporte aéreo de quienes deseen ser repatriados.
Un primer vuelo despegará de París mañana miércoles y deberían embarcar 250 franceses, mientras otros 100 ciudadanos de otras nacionalidades abordarían otro avión en la semana. También unos 70 italianos se encuentran en el área de Wuhan, pero no está claro si serán parte de la segunda expedición, si deciden abandonar China o si partirán en un vuelo organizado por el gobierno italiano.
“Estamos haciendo todo lo posible para hacerlo lo antes posible”, explicó el jefe de la Unidad de Crisis de Farnesina, Stefano Verrecchia.
En ese sentido, aclaró que, para activar este tipo de transferencia, “todavía hay procedimientos para aplicar que no dependen completamente de nosotros”, en referencia a la autorización necesaria de las autoridades chinas, que aún no ha llegado. (ANSA)