Según un informe del Banco Mundial la Argentina lidera un ránking global que analiza el peso fiscal que sufre la producción con un porcentaje de 106% sobre la ganancia neta para las pequeñas y medianas empresas. Así una pyme Argentina que paga todos sus impuesto no es rentable
CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, ENE 12 2020 – Argentina tiene una presión impositiva total similar a la de muchos países desarrollados, entre ellos Canadá, Japón a los Estados Unidos, y superior a la de economías emergentes, como China, México o Chile. Pero los impuestos a la producción —los que gravan a las empresas— ubican al país en una situación única a nivel global.
“En la Argentina la presión impositiva a la producción es, por amplio margen, la mayor entre todas las economías relevantes del planeta”, señaló un informe de la consultora Data Driven Argentina, que fue elaborado para Industriales Pymes Argentinos (IPA) en base a estadísticas del Banco Mundial.
De acuerdo con los datos relevados, la presión impositiva total en Argentina, expresada como el ratio de ingresos fiscales sobre el PBI, llegó al 35% en 2017: por cada $100 pesos generados por los argentinos, el Estado —en sus tres niveles— se quedó con $35.
Esa proporción deja a la Argentina por encima de todos los países de Sudamérica, que tienen un promedio de 23%, y por sobre el grupo de países conocidos como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), donde el porcentaje promedio es de 28%. Sin embargo, la presión impositiva argentina es superada por varios de los miembros europeos de la OCDE, que tienen en promedio un 41%, entre ellos Francia, Noruega y Finlandia, que ocupan el podio con más del 50%.
Sin embargo, según las estadísticas del Banco Mundial, la Argentina lidera a nivel global la presión impositiva a la producción: representa el 106% de la ganancia neta —antes de impuestos— de una pyme. “Dicho más claro, una pyme argentina que paga todos los impuestos, en promedio, da pérdida”, señaló el informe de Data Driven. Solo las Islas Comoras, de África, superan a la Argentina en este indicador.
En octubre pasado, Infobae publicó esas estadísticas del Banco Mundial, donde se destacó que las empresas pymes de la Argentina destinan más que el total de lo que ganan para pagar todos sus impuestos.
“Lo más llamativo es la inversión de la relación entre presión fiscal y niveles de ingreso. Los países de la OCDE, el club de economías desarrolladas, cobran impuestos a la producción relativamente bajos, con un promedio de 41%, pese a que su presión fiscal total es alta”, detallaron desde Data Driven.
El informe muestra que la presión fiscal en el resto de los países de Sudamérica tiene un promedio de 49% en los BRICS Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica alcanza un promedio de 50%. Muy por encima de las cifras de la Argentina.
Desde 2002, el Banco Mundial, con la colaboración de la firma de auditoría Pwc, realiza el relevamiento “Doing Business”, que mide distintos aspectos de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas de 183 economías de todo el mundo. Para hacerlo, toman una pyme industrial y comercial tipo: una empresa de responsabilidad limitada del tipo más común en cada país (una SRL o SA en el caso de la Argentina), de capital 100% nacional y con unos 60 empleados. Se trata de una firma industrial y comercial, que distribuye su producción en el mercado interno sin realizar exportaciones.
Desde Data Driven señalaron cuáles son los principales tributos que afrontan las pequeñas y medianas empresas, ubicadas en la ciudad de Buenos Aires: ingresos brutos (3%), aportes patronales (23,5%), impuesto al cheque (0,6%), impuesto a las ganancias (30%), IVA (21%), entre los principales:
En los últimos días, las empresas pymes locales, agrupadas en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señalaron que el 60% de las firmas del sector está perdiendo dinero y tendrá problemas para afrontar el adelanto de $4.000 para los trabajadores privados, a cuenta de futuras paritarias, que fue impulsado por el Gobierno.
La entidad también solicitó créditos especiales con tasas diferenciales de disponibilidad inmediata y sin trabas burocráticas, para poder enfrentar estos compromisos, y un sistema de asistencia “REPRO express” para firmas con dificultades.