A diferencia de antes, ahora valoran “compromiso y experiencia”
MÉXICO, ENE 12 2020 – Los “millenials” y las nuevas generaciones de jóvenes trabajadores siguen siendo los favoritos de las contrataciones de personal por empresas privadas mexicanas, pero éstas comienzan a voltear a ver cada vez más a los ancianos, revalorando su experiencia y compromiso laboral.
Las cifras demuestran que 10,1% de personas mayores de 60 años hallaron un lugar en el mercado laboral, contra 8,4% de hace 8 años, lo que hace un universo de 5,6 millones de personas.
Aún más, la proporción de mayores de 65 años aumentó de 4,7 a 5,5%, para sumar más de 3 millones de personas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Aunque el avance relativo es lento, en términos absolutos representa mucho para un país en proceso de envejecimiento que da los últimos sorbos a su “bono demográfico”.
El sector del calzado es el que más ha aprovechado el potencial que representa esa gran masa de personas que ya se veían confinadas a pasar el tiempo dentro de sus viviendas, después de una larga vida de trabajo.
Muchas personas de la denominada “tercera edad” complementan de esta forma sus magras pensiones, aunque en buena parte sean subcontratados o trabajen “en negro”, sin recibir beneficios de seguridad social.
Hasta hace pocos años, debido al “bono demográfico” (30,6 millones de jóvenes de 15 a 29 años representan 25,7 de la población total), abundaban las denuncias sobre discriminación laboral por edad.
Los avisos de búsqueda de empleo en los diarios privilegiaban a las personas de 25 a 35 o máximo 40 años, aún tratándose de profesionales con formación universitaria, por lo que muchos expertos hablaban de la “muerte laboral” al llegar a los 40.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación censuró en numerosas ocasiones que se condicionara o negara el derecho al trabajo “por cuestiones de edad”, prohibido por la Constitución y la Ley Federal del Trabajo.
“A los 40 años ya eres viejo, ya no te contratan tan fácil.
Las empresas están buscando sangre joven para bajar los costos de la nómina”, dicen los especialistas.
Muchas empresas prefieren a los jóvenes porque, según su argumento, traen el “chip tecnológico” integrado y suelen ser más flexibles, menos exigentes en términos salariales y tener mayor vitalidad y disposición a viajar o cambiar de residencia.
Sin embargo, ante el “envejecimiento de la población”, pues según especialistas en 2030 se triplicará la cifra de ancianos en México, las compañías privadas empiezan a adquirir los servicios de trabajadores mayores de 50 años. Las razones, según expertos en el tema, radican en que se trata de personas con amplia experiencia laboral, que permiten a las organizaciones reducir costos de capacitación y evitar la rotación de personal joven.
Según la firma de recursos humanos Manpower, son los sectores altamente especializados los que demandan más este tipo de personal como la energía y las telecomunicaciones, así como el comercio en áreas de ventas.
Los entendidos estiman que, si bien las capacidades tecnológicas de los jóvenes son muy deseables, las personas con mayor edad ofrecen un “plus” de experiencia y más aprecio por su empleo.
A la hora de celebrar una entrevista de trabajo, el tema de la edad solía ser en el pasado el principal factor, pero ya no ocurre esto con tanta frecuencia.
Cuando una empresa necesita a una persona experimentada no pregunta si ya rebasó los 40 o los 50, sino discute sus capacidades y su trayectoria laboral.
Philip Lenowitz, director de recursos humanos en la National Institutes of Health (INH) de Estados Unidos, asegura que un candidato de mayor edad “aporta años de experiencia que no se pueden enseñar ni reemplazar, aunque puede que sus destrezas tecnológicas no sean iguales a las de un ‘nativo digital'”. (ANSA).