Protestas y agitación, el gobierno retrocede

Omiten cambios en edad de jubilación, punto espinoso de reforma

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PARÍS, 11 ENE – En el marco de más manifestaciones de protesta en todo el país, el gobierno francés determinó hoy el “retiro provisorio” del proyecto de ley de reforma de pensiones el punto de la edad de jubilación, el más controvertido y que disparó las más duras críticas de los sindicatos.
Ese aspecto, el de establecer lo que llaman “una edad de equilibrio” y extender a 64 años el límite para jubilarse, era el más conflictivo de la reforma.
El gobierno, según un comunicado del primer ministro francés Edouard Philippe enviado hoy a los sindicatos y organizaciones empresariales, está “dispuesto a retirar” la edad de equilibrio de 64 años del proyecto de ley de reforma de pensiones, aún manteniendo el principio de una época de equilibrio.
“Para demostrar mi confianza en los interlocutores sociales -escribió Philippe a los líderes sindicales- y no poner en peligro el resultado de sus trabajos sobre las medidas que deben tomarse para alcanzar el equilibrio de 2027, estoy dispuesto a retirar la medida a corto plazo del proyecto de ley que propuse, que consistía en converger gradualmente desde 2022 hacia una edad equilibrada de 64 años en 2027”.
Efectivamente, el gobierno había ideado este mecanismo de “edad de referencia” para garantizar el equilibrio financiero de la reforma. El plan contempla que quienes se jubilen antes de los 64 años pierdan una parte de sus pensiones. Actualmente la edad legal de jubilación se sitúa en 62 años.
Según el gobierno, retrasar hasta los 64 años la edad para poder jubilarse cobrando una pensión completa permitirá al estado ahorrar 3.000 millones de euros en 2022 y 12.000 millones de euros en 2027. El CFDT, un sindicato mayoritario en Francia con una orientación moderada, recibió “con beneplácito” la decisión del gobierno de retirar la controvertida disposición del proyecto de reforma de pensiones.
“Ahora las discusiones continuarán dentro del ámbito esperada”, declaró la organización sindical encabezada por Laurent Berger, desde el principio favorable al espíritu de la reforma y el sistema de “puntos”.
Entretanto, hoy, otra vez se produjeron choques violentos en París en la manifestación contra la reforma de las pensiones, antes de la llegada de la procesión a la zona de la Bastilla. La policía lanzó gases lacrimógenos, mientras que los manifestantes quemaron contenedores, además de arrojar objetos contra los uniformados.
Miles de franceses salieron a las calles con banderas sindicales y pancartas. “Seguimos aquí! Aunque Macron no quiera seguiremos aquí!”, coreaba hoy, desafiante, la multitud.
También se registraban protestas en otras ciudades de Francia, entre ellas Marsella, Toulouse, Lyon y Nantes.
Los incendios prosiguieron a lo largo del día. De hecho, después de un gran panel publicitario, le tocó el turno a un puesto de periódicos en la plaza de la Bastilla, justo en frente de la entrada del teatro de la Ópera, el cual se incendió. Si bien la marcha se desarrollaba de modo pacífico, ocasionalmente salían grupos de “black bloc” con sus incursiones incendiarias en mobiliario urbano, contenedores de basura y vallas publicitarias.
Hoy se cumplieron 38 días sin metro, algo que los franceses nunca habían vivido. Mientras hace 25 años, 3 semanas de huelga de transporte pusieron de rodillas a la capital, esta vez la inquietud está en en las afueras, para los trabajadores que tienen que llegar al centro e irse a casa por la noche. En la ciudad, los parisinos han descubierto los méritos de viajar en scooter, bicicleta o patineta.
En poco más de un mes, gracias a los carriles para bicicletas en los últimos años y al florecimiento de una organización para el alquiler de bicis y scooters para compartir, la mirada al centro de París ha cambiado radicalmente. En todas partes, enjambres de bicicletas y scooters eléctricos a menudo se lanzan, ignorando los semáforos rojos, la precedencia y, a menudo, los peatones. Los que permanecen a pie nunca pueden sentirse tranquilos, incluso si permanecen en la acera: las ordenanzas de la Municipalidad para prohibir scooters en el camino de los transeúntes no se cumplen, también porque las “trottinette” (patinetas) están en todas partes, estacionadas en lugar de automóviles, cada vez más demonizados, de motocicletas o incluso, de bicicletas. (ANSA).