El Gobierno de Estados Unidos impone una multa de 5,4 millones de dólares a la aerolínea por, supuestamente, haber otorgado información errónea sobre las alas de los polémicos aviones 737, implicados en dos accidentes.
EE. UU., ENE 11 2020 – Sobre las espaldas de Boeing recaen dos accidentes que acabaron con la vida de 346 personas. Y ahora también una multa de 5,4 millones de dólares (casi cinco millones de euros) impuesta por Estados Unidos por, supuestamente, haber otorgado información errónea sobre las alas de los polémicos aviones 737, implicados en los incidentes.
El primero de ellos fue en octubre de 2018 en Yakata, capital de Indonesia, cuando un Boeing 737 Max de la aerolínea Lion Air, con 189 personas a bordo, se precipitó poco después de despegar. Lo mismo ocurrió unos meses después, en marzo de 2019, en el aeropuerto internacional Bole de Addis Abeba, capital de Etiopía. En total, 157 pasajeros perdieron la vida.
Y esta semana la posibilidad de un tercer accidente ha hecho temblar a la multinacional. El miércoles, otra vez un 737, de la compañía Ukraine Inernational, protagonizó una nueva desgracia cerca de Teherán.
Aunque esta vez los motivos no fueron técnicos, sino que se trató de un proyectil lanzado por el ejército iraní y que alcanzó al avión, según ha confirmado Irán este sábado. La aeronave fue confundida con un “blanco hostil” al volar cerca de un área militar de las Guardias Revolucionarias, según un comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Los rumores de que, de nuevo, este modelo de la aerolínea pudiera haber fallado, han provocado que Boeing terminara la semana a la cola en el índice bursátil NYSE:BA. La empresa cayó un 1,91%, es decir, 6,42 puntos, para cerrar en 329,92 y general, ha perdido un 6,43% en un año. Además, hace unas semanas la aerolínea anunció que detiene de forma temporal la fabricación del modelo 737 Max a partir de este mes de enero, una decisión que afecta al sector y a la economía estadounidense por la magnitud de la compañía.
Boeing da información errónea
Esta nueva penalización del Gobierno de Donald Trump se suma a la de 3,9 millones de dólares que el Ejecutivo ya propuso aplicar a Boeing en diciembre del año pasado por el mismo problema de las alas en el modelo 737, ha indicado la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés), el organismo estadounidense que regula la aviación en el país.
En el centro de la polémica está una parte de las alas de los aviones 737, que se llama slat tracks en inglés (pistas de tablillas en español) y sirve para guiar la dirección de las alas con el objetivo de facilitar el aterrizaje y el despegue. La compañía aseguró que ese componente cumplía con todos los protocolos de seguridad. Pero el regulador estadounidense descubrió que esa información era errónea.
Así, la FAA acusa a Boeing de no haber supervisado adecuadamente a sus proveedores para comprobar que estaban cumpliendo con el sistema de garantía de calidad de la compañía. El problema ha afectado a 178 aviones del modelo 737, detalla el regulador en su nota de prensa, a la que ha tenido acceso Efe.
La multa anunciada hoy por la FAA es una propuesta y, ahora, la compañía tiene 30 días para revisarla y tratar de llegar a un acuerdo con el Ejecutivo estadounidense, lo que podría suponer una rebaja en la millonaria penalización.
“El 737 Max está diseñado por payasos que a su vez están supervisados por monos”
Los empleados del gigante aeronáutico conocían las deficiencias de navegación de su modelo 737. Incluso se mofaban de ellos. Así los muestran los mensajes internos de la aeronáutica publicados en el marco de la investigación que llevan a cabo el Congreso y Senado de Estados Unidos, y que revelan la desconfianza de técnicos y empleados sobre la seguridad del último modelo de Boeing.
“El 737 Max está diseñado por payasos que a su vez están supervisados por monos”, se puede leer en uno de los correos que ha sido divulgados.
Los tres tomos hechos públicos con mensajes y correos electrónicos de trabajadores y técnicos previos a los accidentes y a la aprobación del Max podrían sugerir que esa puesta en servicio fue aprobada bajo falsos pretextos por la Administración Federal de Aviación.
“Aún no me ha perdonado Dios lo que cubrí el año pasado”, decía uno de los textos, al parecer en referencia a interacciones entre el fabricante Boeing y la FAA con respecto a los problemas encontrados en los simuladores.”¿Pondrías a tu familia en un avión entrenado en un simulador del Max?”, pregunta un empleado a otro, que responde con un “no”.
En un comunicado, la aerolínea señaló este jueves que el contenido de algunos mensajes son “completamente inaceptables” y no representan los “valores” de la compañía”. De esta forma, el fabricante se ha disculpado con la FAA, el Congreso y con sus clientes a la par que ha subrayado que desde entonces ha abordado cambios “significativos” para asegurar sus procesos de seguridad y organización. También ha anunciado que, a raíz de estos mensajes, tomará las medidas disciplinarias oportunas.
La aerolínea despide a su CEO
Boeing anunció hace una semanas el cese de su hasta ahora consejero delegado, Dennis Muilenburg, que será sustituido en el cargo a partir del 13 de enero por el actual presidente, David L. Calhoun, que continuará como miembro del consejo, en medio de la crisis que padece el gigante aeronáutico.
Según una información del diario The New York Times, que cita fuentes de la aeronáutica, Muilenburg no recibirá ningún pago adicional de indemnización o baja. Pero el valor de acciones y premios de pensión a los que Muilenberg tiene derecho a recibir por contrato tienen un valor total de 62,2 millones de dólares.