Cada vez hay más basura en las calles por la falta de políticas educativas y preventivas para erradicar el vuelco de desperdicios a toda hora y a cielo abierto. Incluso frente a las cámaras de seguridad municipales del COM 3F.
Loma Hermosa, Tres de Febrero DIC 8 – Un simple recorrido por el distrito permite comprobar que el problema sigue igual y se repite en las mayoría de los barrios, y a pesar de la infinidad de reclamos vecinales cada vez hay más basura en las calles.
Se trata de un tema que no se debería pasarse por alto y que, por cierto, no es un tema menor.
Una mujer junto a un chico se veía caminando hoy por la mañana sobre la calle Santiago del Estero, entre Hugo del Carril y Guatemala, mientras esquivaba residuos de todo tipo que cubrían el pavimento, impidiendo además el tránsito vehícular.
En Santiago del Estero y Guatemala dentro una bolsa plástica un perro muerto que despedía un fuerte olor nauseabundo. (Foto dentro de círculo rojo)
A la noche la zona está totalmente a oscuras por la falta de iluminación, y hay gente en coches, camionetas, carritos y a pie que se acerca y aprovecha para arrojar todo tipo de desperdicios frente a la cámara de seguridad municipal que está en el lugar.
También otro microbasural en la calle Concejal Silva y Hugo del Carril presenta gran cantidad de desperdicios que dificultan el tránsito vehicular.
La Secretaría de Servicios Urbanos de la Municipalidad de Tres de Febrero niega la existencia de microbasurales, a pesar de que se pueden contabilizar más de 13 en los barrios de Churruca, El Libertador, Loma Hermosa, Pablo Porestá, 11 de Septiembre y Remedios de Escalada, y sólo reconoce puntos de arrojo crónico sobre los cuales no llevan adelante medidas preventivas, pero aseguran que levantan los residuos dos veces por semana.
Pero con levantar la basura ya no alcanza. Los barrios siguen rodeados de basura que a su vez genera más y más basura.
Lamentablemente en Tres de Febrero no hay políticas para erradicar estos microbasurales, a través de campañas preventivas y educativas con participación de organizaciones de bien público y la propia población.
Lo único que hasta el momento ha logrando el intendente Valenzuela es transformar los barrios en verdaderos basurales a cielo abierto, que ponen en riesgo la salud y la seguridad de la población.
Sin duda la presencia de microbasurales es una preocupación que no cesa.
Incorporar hábitos ciudadanos que contribuyan a no ensuciar el espacio que es de todos, es una clave importante para garantizar la limpieza en los barrios.
Pero parece que los únicos preocupados son los vecinos que tienen que aguantar la basura en la puerta de sus casas, y encima enfrentarse a los que arrojan los desperdicios que con frecuencia los amenazan.
No arrojar residuos a la calle; no contribuir a la formación de basurales; respetar los horarios indicados para sacar la basura a la puerta; cumplir con un adecuado embalaje de los residuos, son todas conductas que cada vecino debe preocuparse por observar. Pero desde ya que la máxima responsabilidad recae sobre las autoridades, que deben ocuparse de promover y garantizar un eficiente sistema de recolección de residuos y de limpieza general de
la vía pública.
Una ciudad que no puede resolver el problema de la limpieza, mal puede aspirar a logros de otra naturaleza y de mayor complejidad. Podría formularse a través de esta sencilla ecuación: El que no puede lo menos, no puede lo más.